EDITORIAL
Una normativa ineficaz
Hace diez días explicábamos cómo una familia de Mollerussa tuvo que pagar mil euros a unos individuos que habían ocupado su casa de forma ilegal, y desgraciadamente no era el primer caso, ni el último, y este jueves se convirtió en noticia viral que una vecina de Barcelona tuvo que convertirse en okupa para recuperar el piso que su inquilino había realquilado a la plataforma de pisos turísticos Airbnb, que se había negado a atender sus razones.
En los dos casos, la policía admite que no puede actuar y si se recurre a las vías judiciales, el caso puede prolongarse un año como mínimo con todos los costes que comporta acudir a los tribunales, la posibilidad de que el proceso se dilate y el riesgo comprobado de que el piso se deteriore.
Parece evidente que hay una legislación que no funciona y aunque puede argumentarse que las instituciones no han sabido o querido crear un mercado de pisos de alquiler razonable como funciona en Europa, y aunque los alquileres en sitios como Barcelona están disparados, no puede afrontarse el problema vulnerando la legalidad y cerrando los ojos ante la ocupación.
Es cierto que se han producido muchos desalojos injustos, que algunas entidades financieras se aprovecharon de la burbuja inmobiliaria con hipotecas abusivas y desahucios cuando no podían pagarla, pero estas injusticias no pueden justificar que ahora se cometan otras vulnerando el derecho a la propiedad de quienes disponen de un piso para alquilar.
Y más cuando parece evidente que hay grupos organizados que se aprovechan de una ley mal hecha o de vacíos legales para convertir la ocupación en negocio.
Precaución con el oso
Vecinos y autoridades de Aran han mostrado su preocupación por el acercamiento de osos a zonas pobladas porque uno atacó ganado en un corral y se ha saltado un pastor eléctrico y otros han sido avistados en el parking del balneario de Les y en Valarties.
Empezamos el periodo estival en el que la afluencia de visitantes a los bosques pirenaicos se multiplica y no es buena propaganda que proliferen los avistamientos de osos. Habrá que extremar precauciones y evitar males mayores.