EDITORIAL
El colapso de Urgencias
Los colapsos en Urgencias del hospital Arnau de Vilanova se han convertido en uno de los temas repetitivos al margen de quien haya ocupado la consellería de Salud y de las medidas correctoras que se han ido adoptando.
La explicación más sencilla de este colapso es clara: los pacientes prefieren ir directamente a Urgencias del Arnau antes que acudir a los centros de asistencia primaria que podrían atender la mayoría de casos que llegan al Arnau. este miércoles recogíamos la estadística de la consellería, que concretaba en un 50,9 por ciento los casos atendidos en Urgencias que podrían haber sido resueltos en la asistencia primaria por tratarse de patologías leves o menos graves que no requerían acudir a un hospital.
El dato es irrefutable y es uno de los que explican por qué el servicio de Urgencias se colapsa y las esperas se dilatan, y es evidente que falta la concienciación del paciente para reclamar una atención proporcional a su dolencia y recurrir al CAP si allí se le puede prestar asistencia.
Pero también habría que preguntarse por qué los ciudadanos acudimos a Urgencias cuando tenemos un problema cuya trascendencia no valoramos y también si el servicio que se presta en el CAP es el adecuado, porque en muchos casos el paciente tiene que esperar un tiempo similar y a veces es derivado al hospital para ser atendido o para someterse a pruebas complementarias.
Es razonable que se opte por ir directamente al servicio que mejor puede atenderte y si quieren evitar colapsos habría que empezar por mejorar los medios de los CAP.
Espíritu de Ermua
El asesinato de Miguel Ángel Blanco del que ahora se cumplen veinte años marcó un punto de inflexión en la lucha contra el terrorismo de ETA, con una oleada de indignación en toda la sociedad, manifestaciones multitudinarias y el llamado espíritu de Ermua, que simbolizaba la unidad frente a la violencia. Veinte años después, los homenajes al concejal del PP asesinado se han visto empañados por absurdas disputas partidistas con la paradoja de que Bildu ha participado en su homenaje, mientras otros grupos en España se desmarcaban con reticencias.