Semana clave en infraestructuras

Pese a que nos encontramos en pleno verano y con temperaturas que poco o nada invitan a acelerar el ritmo, esta semana Lleida vivirá un avance significativo, aunque no definitivo, por lo que respecta a dos infraestructuras que desde hace años están en marcha.

Por un lado, hoy lunes quedará inaugurado y, lo que es más importante, entrará en servicio, el tramo de la autovía A-14 o de la Ribagorça, que unirá la A-2 a la altura de Lleida con el aeropuerto de Alguaire. A la vez este segmento de unos 6 kilómetros dará por fin continuidad a los 10 estrenados en 2012.

Así, la apertura permitirá a los conductores ahorrarse hasta 13 rotondas de la N-230 del trazado comprendido entre la capital del Segrià y Almenar. Aunque es de aplaudir este avance por lo que a comunicaciones se refiere, supone algo menos de la décima parte de los 188 kilómetros que separan Lleida con la frontera francesa por Les y algún día la mayoría de ellos, hasta Sopeira, deberían convertirse en autovía y agilizar el tráfico desde el llano hasta la Alta Ribagorça y Aran, a la vez que mejorar la seguridad viaria.

Es de esperar que el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en su visita de hoy lunes anuncie plazos al menos para la redacción de proyectos para concluir esta infraestructura, vital para las comarcas de Ponent.

Y si hoy es el turno de carreteras, el jueves llegará el de equipamientos turísticos. Porque en esta ocasión será el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, quien se desplace a Lleida para inaugurar el parador del Roser, unas instalaciones que supondrán un salto cualitativo en cuanto a la oferta hotelera de Lleida.

El que fuera antiguo convento, sede temporal del Museu Morera o de la escuela de Bellas Artes, entre otras funciones a lo largo de su historia, ha permanecido seis largos años en obras para convertirse en el cuarto parador de turismo leridano, tras los de Arties, Vielha y La Seu d’Urgell. Sin embargo, la inauguración del jueves no se traducirá en su apertura al público puesto que el proceso para seleccionar el personal aún no ha concluido.

Confiemos en que estos trámites no se demoren en demasía y que en breve se ponga en marcha este equipamiento puesto que, además de ampliar la oferta turística de Lleida, debe servir también para revitalizar un poco más el centro histórico de la ciudad.