EDITORIAL
Cambio de tono
Hay nuevo gobierno y este martes quedó claro que también hay nuevo tono y que ni en Madrid ni en Barcelona van a rebajar la escalada verbal que les ha llevado a hablar del recurso de “todas las armas a su alcance”, de “asedios por tierra, mar y aire”, de “soldados a disposición de la causa” o expresiones similares, poco apropiadas en un sistema democrático.
Tras la destitución del conseller Baiget por haber expresado unas dudas sobre el referéndum que pueden compartir muchos catalanes de todas las tendencias, ha llegado una remodelación en la que los moderados que quedaban en el Executiu han dejado su sitio a nuevos consellers que tienen acreditada su adhesión a la independencia de Catalunya, en un paso que podría interpretarse como que se descarta el intento de ampliar la base, objetivo expresado por todos tras el 27-S, para priorizar el cierre de filas, el apartamiento de los dudosos o que podían expresar algún recelo frente al procés y la cohesión en torno a un proyecto independentista que no tuvo el refrendo plebiscitario que se buscaba en las urnas.
El tiempo dirá si con este proceso purificador se pierden efectivos en el camino pero de momento hay dos cambios muy significativos: el primero ha sido al frente de los Mossos d’Esquadra con la dimisión de Albert Batlle y su sustitución por Pere Soler.
Se va un gestor que siempre ha apelado al cumplimiento de la ley con una eficacia demostrada, tanto al frente de la policía catalana como en sus cargos anteriores, con trayectorias brillantes en el ayuntamiento, la Diputación, Serveis Penitenciaris y al frente de los Mossos, donde fue nombrado por un gobierno de CiU, y entra Pere Soler, que ha sido concejal de Terrassa y director de Serveis Penitenciaris, pero que ha destacado por su perfil independentista y algunos tuits de dudoso gusto contra los españoles.
El segundo ha sido el cambio de tono del nuevo portavoz, Jordi Turull, advirtiendo que a partir de ahora “la administración de la información sobre temas importantes la gestionaremos nosotros en el momento en que consideremos que es mejor para la causa y el objetivo, que es votar el 1-O”. Lo dijo en relación con una decisión administrativa como es la compra de las urnas, pero cabe ampliarlo a todos los temas que tengan relación con el referéndum y en consecuencia también la prometida transparencia queda supeditada a las estrategias y los objetivos marcados por el procés.