EDITORIAL
Buen año para el turismo leridano
Los seis primeros meses del 2017 han dejado unas cifras de récord para el turismo de Lleida. Los datos de ocupación hotelera, apartamentos, campings y casas rurales muestran un notable dinamismo durante este período.
En concreto, mientras la economía de Lleida subió un 3% de enero a junio, el turismo aumentó hasta el 8,5%, con más de medio millón de personas alojadas y casi 1,2 millones de pernoctaciones. Los campings han sido el alojamiento preferido por los visitantes con un incremento del 11,8 por ciento, seguido de hoteles, 8,6, y apartamentos, con un 6,5%.
Este repunte del sector conlleva también más empleos en hostelería y restauración y asienta a la población, a la vez que evita que los jóvenes se marchen. Buenas noticias, pues, para las comarcas del Prepirineo y Pirineo que llevan años trabajando y diversificándose para conseguir mejorar la marca propia de los parajes naturales de Lleida.
En cuanto al mes de julio, la tendencia al alza se ha mantenido y a falta del balance definitivo todo apunta a una media del 60 por ciento, con puntas del 100 por cien de ocupación en fiestas como las fallas, que comportarán un ascenso medio del 10% con respecto al verano de 2016.
Y a partir de esta primera semana de agosto se rozará el 100 por cien en muchas comarcas, lo que corrobora que se están haciendo bien las cosas y que se ha logrado ir mucho más allá del turismo de nieve.
La vergüenza de El Prat
La reunión que mantenían en la conselleria de Treball de la Generalitat los representantes de Eulen, empresa que gestiona la seguridad en el aeropuerto de Barcelona-El Prat, y del comité de huelga, concluyó pasadas las 17 horas de ayer domingo sin acuerdo.
Al margen de las reivindicaciones laborales que reclaman los trabajadores y la más o menos predisposición que muestre la empresa, lo que no se puede consentir es que el ministerio de Fomento, titular de esta instalación pública, permita el caos continuado en el aeropuerto catalán y encima culpe de las colas a los viajeros por ir con demasiada antelación a El Prat.
