SEGRE

Creado:

Actualizado:

Al día siguiente de que el Congreso de los Diputados votara en contra de la política de Rajoy en Catalunya, una operación de la Guardia Civil acababa con catorce detenidos, entre ellos altos cargos de la conselleria de Economía y 41 registros en varias dependencias de la Generalitat en un intento de acabar con la logística del referéndum convocado para el 1-O. La operación, por más que haya sido ordenada por un juez, refleja de entrada el escaso respeto del gobierno central hacia lo que se votó en el Congreso, porque el mismo Rajoy admitió que los independentistas estaban avisados y todo estaba previsto, incluso las movilizaciones populares. En segundo lugar es una actuación sin precedentes que puede vulnerar el principio de autonomía porque nunca, en toda la etapa democrática, las fuerzas del orden habían irrumpido en dependencias de una autonomía, deteniendo a dirigentes y registrando sus instalaciones, creando la crisis más grave de la democracia española hasta el punto de que el presidente de la Generalitat considera suspendida de facto la autonomía catalana. En tercer lugar, hay que considerar la operación como una torpeza porque en vez de solucionar un problema, como hay que exigir a los gobernantes, lo agrava, profundiza la brecha, cruza líneas rojas de respeto institucional y a las libertades personales y no ofrece más alternativas al problema catalán que la retirada del referéndum y la rectificación del programa político que obtuvo la mayoría en las últimas elecciones, algo que simplemente por dignidad es inaceptable para el gobierno de Puigdemont. En cuarto lugar, estamos ante un error histórico porque lo que ha conseguido Rajoy con la ofensiva de ayer es multiplicar los apoyos del independentismo, fortalecer y enardecer a los ya partidarios, convencer a los indecisos e incluso hacer dudar a los unionistas de si el camino emprendido por Rajoy es el adecuado. En quinto lugar ha conseguido reactivar la movilización ciudadana, con manifestaciones en todos los pueblos y ciudades catalanas en defensa de las instituciones catalanas que se han visto atropelladas, con una respuesta cívica y multitudinaria que deja en evidencia al Estado español. Puede que con esta operación, Rajoy haya conseguido desarticular la logística del referéndum y complicar su celebración, pero es una pírrica victoria porque está perdiendo Catalunya, que en vez de diálogo se ha encontrado con la Guardia Civil.

tracking