EDITORIAL
El difícil papel de los Mossos
La reunión de la Junta de Seguridad convocada por el President Puigdemont no ha resuelto nada: el representante del ministerio pidió que se desconvocara el referéndum, admitiendo que el domingo “se podrán exteriorizar los sentimientos, pero no a costa de violentar la ley”. Es decir, podrá haber fiestas o manifestaciones, pero no se podrá votar con una advertencia muy preocupante del secretario de Estado de Seguridad: “Si se cumple la orden judicial no tiene porque haber una respuesta violenta.” Enfrente, los representantes de la Generalitat mantienen la convocatoria y aseguran que el domingo se podrá votar insistiendo en que el papel de los Mossos es garantizar la convivencia y preservar la seguridad ciudadana. Pero es evidente que la policía catalana queda en medio del conflicto entre instituciones aunque insista en que su prioridad es mantener la convivencia por encima de órdenes judiciales porque ahora las órdenes de precintar los colegios electorales ya no proceden de Fiscalía, sino del Tribunal Superior de Justicia. El mismo conseller Forn admitió que las cosas han cambiado, que los Mossos no pueden negar su carácter de policía judicial y no pueden obviar un mandamiento y aunque el compromiso del Govern es claro a favor del referéndum, no pueden negarse a cumplir las órdenes judiciales. Será difícil que puedan cumplir los dos mandatos si estos son contradictorios como se desprende de lo tratado en la Junta de Seguridad y aunque no sea la intención parece que se les coloca entre la espada y la pared. Hay que insistir en las llamadas a la calma y al civismo y que no sea necesaria ninguna intervención.Tregua ferialEn medio de la convulsa recta final hacia el 1-O, la Fira de Sant Miquel inauguró su 63 edición con una tranquilidad inusitada en otras ocasiones, bien por el fortísimo despliegue policial o bien por la voluntad de las instituciones y los sindicatos agrarios de no perjudicar el certamen. La ministra escuchó las quejas del sector antes del acto inaugural y en los discursos intercambió críticas con la consellera de Agricultura, pero dentro de la normalidad y ahora toca que la Fira funcione.