EDITORIAL
Nunca es tarde para el diálogo
Los partidarios de la unidad de España protagonizaron ayer una multitudinaria manifestación en Barcelona, la mayor en contra de la independencia de Catalunya que se ha celebrado desde que se puso en marcha el proceso soberanista. No hay nada que objetar a que la gente salga a la calle pacíficamente a defender sus ideas, siempre que estén dentro del marco democrático. El objetivo era visualizar que hay mucha gente en Catalunya que no está a favor de la independencia, pero tampoco está de más preguntarse cómo encaja esta iniciativa con el mensaje que han lanzado reiteradamente los dirigentes del PP o de Cs en los últimos años afirmando que las manifestaciones independentistas de la Diada no hacían otra cosa que dividir a la sociedad catalana, ni tampoco parece que la mejor forma de evitar esta división sea coreando la consigna “Puigdemont a prisión”. Ahora no es el momento de hacer gala de testosterona ni el de exigir al adversario la rendición incondicional. Es el momento de dialogar, tal como reclamó ayer un grupo de exlíderes internacionales, independientemente de que haya o no mediadores, para intentar buscar una solución pactada. No estaría de más que los unos tengan presente que el uso de la mano dura puede dar una victoria temporal, pero solo a costa de un mayor malestar social que será el mejor camino para la derrota definitiva, y que los otros reflexionen sobre los riesgos que seguir avanzando unilateralmente puede comportar para el conjunto del país. El día a día económico Precisamente, en momentos como estos es una buena noticia el balance de la Fira del Torró de Agramunt, en la que los productores locales afirman haber mantenido e incluso mejorado las ventas con respecto al pasado año a pesar del contexto político, que ha motivado la suspensión de otros certámenes previstos este fin de semana, como la Fira del Préssec de Alfarràs o la jornada de food trucks en Lleida ciudad. En la medida de lo posible, hay que intentar que la situación política afecte lo menos posible a la economía justo cuando acabamos de salir de una dura crisis.