El termómetro de la nieve

La estación aranesa de Baqueira Beret abrió el sábado la temporada blanca de los complejos invernales leridanos semanas antes de lo previsto gracias a las nevadas prematuras y especialmente al frío de los últimos días, que ha permitido fabricar nieve artificial para asegurar así un manto blanco en perfectas condiciones. Más de 4.500 esquiadores participaron en esta inauguración, a los que se añadirán otros miles más el próximo fin de semana cuando se sumen a la “fiesta blanca” Boí Taüll, Espot y Portainé, y un poco más tarde lo harán Port del Comte y Tavascan. Este inicio de temporada, uno de los más tempranos que se recuerdan, unido a hechos como que el macropuente de la Constitución y la Purísima, con un miércoles y un viernes festivos, tenga una larga duración permiten augurar una más que buena campaña si la climatología también acompaña, tal como apuntan los pronósticos. Las estaciones de esquí han invertido este año más de 12 millones en la mejora de sus instalaciones y afrontan con optimismo estos próximos meses. Si la evolución avanza según lo previsto, lo que viene avalado por el buen nivel de reservas, estaríamos ante una de las temporadas más favorables de los últimos años, hecho que repercutirá en la economía leridana que tiene en el turismo, especialmente el invernal, una de sus principales fuentes de ingresos.

La era de la postverdad

La ciudad de Lleida fue escenario el viernes del fallo de los premios literarios Vallverdú, de ensayo, y Màrius Torres, de poesía, que recayeron en Joan Garcia del Muro y Carles Morell, respectivamente. Sin el boato de antiguas ediciones en la ceremonia de entrega de los galardones, ambos mantienen su prestigio en el mundo de las letras y el original de Garcia del Muro promete, puesto que analiza uno de los fenómenos que más están dando que hablar en los últimos tiempos: la postverdad. El autor alerta de que vivimos en un mundo gobernado a golpe de tuits en el que la verdad pierde peso y el exceso de información provoca que no seamos capaces, o no queramos, discriminarla bien. En definitiva, un mundo preocupante.