Indignación por el arte de Lleida

Últimas selfies ante las cajas sepulcrales de Sigena del Museu de Lleida. La Generalitat pagó 35 millones de las antiguas pesetas por este patrimonio entre 1983 y 1993. El monasterio de Sigena pertenecía entonces al obispado de Lleida y esa fue la razón para depositar en el Museu Diocesà, que en 2007 se integraría en el Museu de Lleida, las 44 obras de arte compradas a las monjas. Pero un juez de Huesca invalidó la venta y a pesar de que la sentencia fue recurrida, con la Generalitat desaparecida en aplicación del artículo 155, el ministro ordenó el pasado día 28 de noviembre que se entregaran las obras, sin esperar el recorrido judicial por resolver. Las obras dejarán un museo público e irán a parar a una orden religiosa. De nada ha servido que estuvieran catalogadas y protegidas por la ley catalana de Patrimonio o que instituciones internacionales desaconsejaran que se fragmente una colección legalmente constituida. A Lleida solo le ha quedado el derecho a la pataleta. Una concentración improvisada ayer en la rambla de Aragó escenificaba la impotencia ante la previsible intervención de la Guardia Civil. Ayer por la mañana ya se habían preparado 300 vallas metálicas para blindar el museo mientras se procediera al delicado embalaje de las obras, la mayoría góticas. Desde hacía días circulaba un mensaje por las redes sociales animando a ir “dónde tú ya sabes” hoy a las 7.30 de la mañana. Pero todo parece indicar que pese a la indignación generalizada, las obras marcharán hoy de Lleida. El escudo del Comtat d’Urgell, en piezas como la caja de Isabel d’Aragó, hija de Pere d’Urgell y hermana de Jaume, el último conde, recordará que el de Balaguer fue el gran benefactor del monasterio hasta que el Compromís de Casp dio la victoria a Ferran d’Antequera. La nueva derrota llega en pleno siglo XXI. Ayer, la entrega favorecida por el 155 fue también el tema estrella de la campaña de los principales líderes de PSC y Junts per Catalunya en las comarcas de Lleida e incluso el alcalde de Lleida, Àngel Ros, que mostró su apoyo al 155 que su partido afín, el PSOE, avaló, dijo que no debería utilizarse este artículo para dirimir temas judiciales entre comunidades vecinas. Mientras, el Consorci, con Cultura, la Diputación, Paeria y consell del Segrià poco han podido hacer al estar intervenido el Govern. Un día muy triste para Lleida.