EDITORIAL
El termómetro de los jóvenes
Un 38,8% de los jóvenes de las comarcas de Lleida con edades comprendidas entre los 20 y los 35 años no están emancipados. O lo que es lo mismo, dos de cada cinco siguen viviendo en el hogar familiar. En concreto, en 2016 se encontraban en esta situación 31.142 jóvenes, de un total de 80.327, según una respuesta del Gobierno central a una pregunta efectuada por escrito en el Congreso por el grupo socialista, que detalla que se trata de hijos que viven con el padre, la madre o ambos. La cifra no incluye personas de esa franja de edad que convivan solos con otros parientes, como hermanos, tíos o abuelos. El porcentaje es ligeramente inferior al del conjunto de Catalunya, que es del 40% (537.802 de un global de 1.345.329) y prácticamente un punto superior al del año anterior en Lleida, que fue del 37,9%. Esto supone que en un año se incrementaron en 181 los jóvenes no emancipados en la provincia (30.961). Las cifras, al margen de aspectos sociológicos concretos ligados a la cultura de cada país, explican por sí solas la dificultad que encuentran los hombres y mujeres de hoy en día para vivir de su sueldo, cuando lo tienen. El nivel de bienestar de un país se mide por varios aspectos, pero sin duda uno de ellos es la independencia de los hijos del hogar familiar ya que cuando más progreso económico tiene una sociedad más posibilidades de vivir solos y de sus ingresos tienen las nuevas generaciones. Por tanto, la regresión que estamos viviendo en los últimos años explica bien claramente la precariedad laboral sobre todo de los primeros empleos y el poco poder adquisitivo de sus sueldos, lo que sin duda es un mal termómetro del progreso y la economía global del país. La salud mental de TrumpQue actualmente carecemos de grandes estadistas es una evidencia, sobre todo si tomamos como ejemplo el líder del país de referencia: EEUU. Si el presidente de la nación más poderosa del planeta debe salir a aclarar que su salud mental no corre peligro, después del libro que está levantando ampollas, es que no vivimos grandes tiempos para la política y se nota y lo padecemos en muchos aspectos.