EDITORIAL
Sembrar para recoger
Más de dos mil alumnos de tercero y cuarto de primaria de los centros públicos del Pirineo participarán en el programa Esport Blanc Escolar que contempla el esquí como asignatura obligatoria, generalizando el programa piloto iniciado hace cuatro años a todas las escuelas públicas de las comarcas del Pirineo de Lleida. Es una excelente iniciativa porque vincula la educación física de los niños a su entorno natural, porque les inicia en la práctica del esquí y porque a medio plazo es un paso para conseguir aficionar aún más a los habitantes del Pirineo en el esquí, abriendo nuevas posibilidades deportivas y también profesionales a los niños. También es positivo que nadie quede excluido de una práctica considerada elitista porque se ha fijado un precio asumible, veinte euros para nueve sesiones de enero a marzo con prácticas de esquí alpino, nórdico y snowboard, incluyendo el material deportivo, los forfets y el transporte a las pistas, gracias a la colaboración de la Generalitat, la Diputación, la Federación y las estaciones de esquí, además de los consells esportius de las comarcas implicadas. Es para todos una inversión de futuro porque mejorará la educación física de los niños con una actividad atractiva, les arraigará más en sus territorios, les aficionará a este deporte con lo que también las estaciones de esquí obtendrán un retorno para el futuro y debería abrir la puerta a una cantera de buenos esquiadores que puedan competir en el futuro o convertirse en monitores para futuras generaciones o al menos practicantes del esquí. Renuncia a la unilateralidad Después de tres meses en prisión, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, y más de dos meses el ex-conseller Forn, declararon ayer ante el juez y con diversos matices expresaron su renuncia a la vía unilateral hacia la independencia y la aceptación del marco constitucional. Todo el mundo tiene derecho a declarar en su propio beneficio y nadie puede reprochar nada a quien ha acabado en la cárcel por defender sus ideas. Ahora, también debería haber un replanteamiento de la posición fiscal y judicial porque es evidente que no hubo violencia, ni rebelión, ni sedición.