Kamikazes al volante

Las barbaridades que tienen las carreteras como escenario parecen no tener fin. Ayer mismo, en Barcelona, un conductor ebrio y drogado protagonizó un impactante siniestro al circular contra dirección por la Ronda de Dalt y chocar contra un vehículo y una moto, provocando cuatro heridos. Según diversas informaciones, el causante del accidente, que fue detenido, habría discutido con su pareja y pretendería acabar con su vida, sin tener en cuenta los daños a terceros que con este acto tan temerario iba a provocar. Una actuación del todo incomprensible que sucedió solo dos días después de que se diera a conocer que el conductor del vehículo accidentado el sábado día 3 en Tarragona, en el que murieron dos jóvenes leridanas de 19 y 27 años, no tenía carnet y dio positivo en alcoholemia. Cabe recordar que circulaba a la barbaridad de 145 kilómetros por hora en un tramo en que la velocidad está limitada a 40 y, tras salirse de la vía, impactó contra un muro y se precipitó sobre una autovía, donde aún podía haber provocado una tragedia mucho mayor. Conductas temerarias de kamikazes como las descritas nos deben hacer reflexionar sobre los peligros que entraña el hecho de ponerse al volante de un vehículo, tanto para conductores como para terceros, y la responsabilidad que ello supone. Sigena ya tiene fecha Quizá sea casualidad pero da que pensar que el Gobierno de Aragón haya escogido una fecha de infausto recuerdo como el 23 de febrero para inaugurar la exposición en el monasterio de Sigena con las obras que guardaba el MNAC y las que exhibía hasta hace justo dos meses el Museu de Lleida, antes de que se las llevaran, en medio de un despliegue policial sin precedentes, de un espacio cultural como esta pinacoteca. Y el anuncio llega solo unos días después de que la diputación de Huesca diera marcha atrás en su petición para que el Museu cediera una obra, solicitud que ya había sido aceptada por Lleida. Los gestos también son política y estos dos en poco ayudan a mantener y alentar las buenas relaciones que desde siempre han mantenido Catalunya y Aragón.