Ni con aves, ni sin aves

La historia del canal Segarra-Garrigues, aún inconclusa, está íntimamente vinculada a las aves y llevamos años, casi desde el inicio de las obras, oyendo hablar de las zepas, las zonas especiales de protección de aves, que primero iban recortando la superficie regable hasta llegar a ocupar 40.000 de las 70.000 hectáreas regables y en las que tenía que demostrarse que era compatible el regadío con la protección de las aves. Desde Europa no han tenido claro esta protección y a instancias de grupos ecologistas, la Comisión Europea inició en 2006 un procedimiento de infracción a la normativa comunitaria que concluyó con una sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas que en junio de 2007 consideraba que no se protegían adecuadamente aves esteparias que nidifican en la plana de Lleida como el sisón, la calandria y la carraca. Correspondía entonces a Agricultura y a los regantes demostrar que eran compatibles el riego y las aves y se elaboraron diversos planes piloto previstos en la Declaración de Impacto Ambiental del canal. El problema que ha surgido ahora es que en la zepa de Plans de Sió, de 6.200 hectáreas, no se puede poner en marcha el plan piloto porque no quedan aves suficientes, después de que en 2016 Agricultura ya alertara que la población de sisones estaba en regresión y que no había aves suficientes para demostrar con una prueba experimental que el riego de apoyo no destrozaba el hábitat natural de los sisones. Con la normativa comunitaria en la mano, si no se puede hacer el plan piloto porque no hay aves, tampoco se podrá poner en marcha el regadío y además puede interpretarse que no se han protegido suficientemente por lo que también podrían llegar sanciones de Europa. Para evitar este escenario, los agricultores de la zona han pedido a la consellería que tome medidas para que las aves vuelvan y proliferen en la zona para que pueda ponerse en marcha el plan piloto y el regadío, insistiendo en que los riegos no han podido producir la regresión, simple y llanamente porque no han llegado todavía. Lo verdaderamente kafkiano es que inicialmente no se pudiera regar porque había aves a proteger y que ahora tampoco se pueda regar por lo contrario, porque no hay aves. Habrá que conocer las causas de la regresión de estas especies esteparias, pero de momento todo apunta a que puede haber sanciones de Europa por no proteger las aves.