No debería ser un examen

Si no jugaran con nuestro dinero y también con nuestras expectativas, sería cosa de broma ver cómo diseñan algunos grandes proyectos desde Madrid sin contar para nada con el territorio y aplicando criterios que por lo que se ve no están ni objetivados, ni planificados. Hablamos del nuevo servicio de alta velocidad y bajo coste que el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció el pasado 6 de febrero entre Barcelona y Madrid, concretando el nombre, EVA, que se estrenará en 2019, que será un 25% más barato, que contará con cinco frecuencias por sentido, que tendrá wifi y los billetes solo se podrán comprar por internet. Lo que no sabía o no quiso decir, y ya es llamativo teniendo en cuenta los detalles del proyecto que explicó, es dónde pararía y en el plafón que ilustraba el acto sólo figuraba El Prat y la estación del Camp de Tarragona. No concretaba si se detendría en Lleida o Zaragoza, puntos de paso obligado y en principio también de parada a tenor del éxito de viajeros que ha cosechado la alta velocidad, pero el ministro eludió estos detalles que para su gobierno deben de ser secundarios. Ante el clamor institucional y empresarial para reclamar estas paradas el ministro se comprometió a estudiarlo y este sábado el presidente Rajoy, de visita en Aragón, ya prometió que el EVA también pararía en Zaragoza. Aquí en Lleida no hemos tenido tanta suerte y el ministro se ha limitado a contestar al alcalde Ros que tomaría la decisión en función de la experiencia piloto que pondrán en marcha en el primer trimestre del año que viene. Antes ya había contestado al diputado de su partido José Ignacio Llorens que estudiaría la parada en Lleida “con interés” tras la prueba piloto. Interpretando las respuestas del ministro y agradeciendo que muestre interés para estudiar las peticiones de Lleida, cabe deducir que con Zaragoza o Camp de Tarragona ya han tomado la decisión de que pare el EVA sin necesidad de esperar a la prueba piloto, mientras que Lleida tendrá que superar algo parecido a un examen. Y ya que no lo han hecho hasta ahora tendrán que explicar qué baremos aplicarán para tomar la decisión, si podremos coger el EVA mientras dure la prueba piloto o no habrá paradas en Lleida en esta fase con lo cual difícilmente podremos influir, o bien si dependerá de la posible demanda de viajeros y un servicio adecuado a buena parte del territorio o bien de la supuesta magnanimidad de la autoridad de turno.