EDITORIAL
Paralizados por la nieve
Cuando llegan las inclemencias meteorológicas nunca llueve o nieva a gusto de todos y mientras unos aplauden que se extremen las medidas preventivas, otros critican el exceso de alarmismo y que se provoque la paralización del país por una nevada que durante la jornada de ayer no estuvo fuera de lo previsible en invierno en Catalunya, aunque se esperaba para esta madrugada lo más crudo del temporal y los mayores riesgos tanto en las carreteras como en los servicios. Y teniendo en cuenta las previsiones, parece razonable que se haya suspendido durante la jornada de hoy el transporte escolar en toda Catalunya y aunque no se cierran los colegios también se recomienda que el transporte particular de los padres no sustituya al colectivo por los riesgos que entrañará el tráfico rodado. Las que no abrirán serán las universidades que han decidido considerar la jornada de hoy como no lectiva y también parece exagerada la suspensión de actos de todo tipo durante la tarde de ayer y la jornada de hoy. La decisión más drástica fue la prohibición de que circulen los camiones articulados por todas las carreteras y autovías de Catalunya, que provocó las quejas de los transportistas que veían como las carreteras estaban despejadas y se veían obligados a estacionarse y esperar a que pase el temporal. Es la primera vez que se adoptaba esta decisión para evitar que posibles problemas de estos camiones articulados con el hielo o la nieve bloquearan toda la calzada e impidieran el paso de los turismos e incluso el de los vehículos de asistencia, tal como sucedió en el Eix Transversal en la noche del lunes o en la AP-6 en la última nevada que atrapó a centenares de vehículos en la autopista durante toda una noche sin poder ser socorridos al estar bloqueada por camiones accidentados. En este caso se ha optado por la prudencia y adoptar medidas que pueden ser impopulares para colectivos como el de los transportistas, antes que tener que lamentar a posteriori las consecuencias de que los grandes ejes de comunicación queden bloqueados y aunque pueden repetirse las críticas de que el país queda paralizado por una nevada comparando nuestro caso con el de otros países donde la climatología es más dura, en materia de seguridad siempre es preferible pecar por exceso que por defecto. Y lo más importante es que todos extremen las precauciones y que se pueda superar el temporal sin mayores percances.