Camisetas y libertad de expresión

La final de la Copa del Rey estuvo marcada en lo deportivo por la exhibición del Barça en el que con toda probabilidad será la última final que juegue Andrés Iniesta, que junto a Messi y Xavi simboliza el mejor Barça de la historia. Pero como viene sucediendo en los últimos años, en los que el equipo blaugrana se ha convertido en un fijo en la final, el partido también estuvo marcado por la tensión política en Catalunya. Se daba por descontado que la mayoría de los hinchas culés volverían a pitar el himno español, por un lado, y que la Policía podría requisar algunas esteladas. Pero lo que sorprendió fue que los agentes, además de banderas y pancartas independentistas, también confiscaran camisetas y bufandas amarillas, después de que la ANC y Òmnium hubieran instado a ir con ellas en solidaridad con los líderes independentistas encarcelados. Si ya resulta discutible prohibir esteladas alegando que son un símbolo ilegal, argumentar que no pueden llevarse camisetas amarillas porque representan un mensaje político colisiona con un derecho tan básico como el de la libertad de expresión. Es una actuación en la línea que viene siguiendo desde hace un tiempo el Gobierno central y también algunos jueces, basada no tanto en la propia ley sino en una interpretación de la misma muy particular, con el único objetivo de legitimar su actuación contra personas o entidades independentistas. Un anuncio sorprendente El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, anunció el sábado que su país suspende las pruebas nucleares. Esta decisión llega semanas antes de que ambas Coreas celebren una cumbre en la frontera y de que el dictador norcoreano mantenga una reunión con el presidente de EEUU, Donald Trump. Hace solamente unos meses, la escalada de tensión entre ambos apuntaba incluso a la posibilidad de que pudiera haber algún tipo de incidente bélico, por lo que este anuncio es una buena noticia, aunque habrá que esperar un tiempo para ver cuáles son las intenciones reales de un líder y un régimen tan herméticos y dogmáticos.