EDITORIAL
El calvario de la N-240
Otra persona muerta en un accidente de tráfico en la N-240 que eleva a 33 el número de víctimas desde 2009 en una carretera que lleva años considerada como un punto negro, especialmente en el tramo entre Lleida y Les Borges, sin que se atisben soluciones inmediatas para uno de los grandes problemas del tráfico en nuestras comarcas. Algunos alcaldes de las localidades afectados, hartos de reivindicar alguna solución y de lamentar las muertes, ya se resignan a que no haya más accidentes porque sus quejas han chocado hasta ahora con buenas palabras y promesas a largo plazo de las administraciones afectadas. Cuando era conseller de Territorio y Sostenibilidad Santi Vila, en 2014 y ya se contabilizaban una veintena de muertos en los cinco años anteriores, se anunció un acuerdo con el ministerio de Fomento para desdoblar el tramo más conflictivo, entre Lleida y Les Borges y convertirlo en autovía. Se concretaba el presupuesto de cien millones de euros y se prometía que los trabajos comenzarían al año siguiente. Han pasado cuatro años y desgraciadamente seguimos como estábamos.
Paralelamente se ha especulado con diferentes parches como construir nuevas rotondas que no convencían a nadie y fueron descartadas o desviar los camiones por la AP-2 con peajes bonificados, que prometió el entonces conseller Josep Rull el pasado verano, pero nada se ha concretado. Ante las quejas de los alcaldes, Fomento sí adjudicó por 831.875 euros el pasado 24 de abril un estudio informativo para ampliar la capacidad de la carretera N-240 entre la variante sur de Lleida y Les Borges, es decir duplicar la calzada y convertirla en autovía. Pero según los mismos alcaldes solo la redacción del estudio requerirá dos años y luego habrá que seguir toda la tramitación de información pública, partidas presupuestarias y adjudicación antes de que empiecen a hacer las obras de la duplicación anunciada. Mientras, seguiremos con los problemas que se viven cada día con una media de 10.224 vehículos, de los que 1.800 son camiones, circulando cada día por esta carretera y el permanente riesgo de accidentes. Habrá que confiar en que el nuevo conseller de Territorio concrete de inmediato el desvío de camiones por la autopista y también en la divina providencia para que no haya nuevos accidentes.