EDITORIAL
La seguridad de los ciclistas
El episodio que recogíamos ayer de un ciclista que se salvó por milímetros de ser arrollado por un coche en Balaguer y cuyo vídeo se ha convertido en viral al ser grabado el incidente y difundido en las redes tiene que servir para concienciar a todos de que los ciclistas y motoristas deben ser respetados y que los conductores de vehículos han de ser extremadamente prudentes para no arrollarles. Se ha insistido mucho en la necesidad de respetar las distancias, de adelantarles dejando siempre un margen de seguridad y de tener en cuenta que son los elementos más frágiles en la jungla en que a veces se convierte el tráfico por calles y carreteras, pero desgraciadamente la práctica se aleja muchas veces de los buenos deseos y de las recomendaciones de prudencia. El vídeo recoge con todo su dramatismo como un coche se desvía a toda velocidad en la C-53 a la altura de La Ràpita llegando a tocar el manillar del ciclista que iba por su derecha y que salvó su vida de verdadero milagro. En este caso se evitó la tragedia, pero las estadísticas muestran como ciclistas y motoristas se llevan la peor parte en todos los accidentes y solo en 2017 hubo que lamentar la muerte de 44 ciclistas y 240 motoristas en las carreteras españolas. Es una cifra preocupante que no se reduce pese a todos los llamamientos a cumplir las normas de circulación y respetar a los más débiles. Primer choque La formación del nuevo gobierno catalán está propiciando el primer enfrentamiento con el gobierno central porque Torra está dispuesto a restituir en su cargo a algunos consellers destituidos que están en prisión y Madrid ha avisado que un conseller no puede ejercer desde la cárcel y que actuaría en el caso de que se hiciera efectivo el nombramiento. Los afectados explican que siguen siendo titulares de todos sus derechos políticos y por lo tanto pueden ser nombrados, pero el pulso está planteado. Cabe suponer que se pedirá permiso al juez para que puedan acudir a su toma de posesión y a la vista de los precedentes no parece fácil que el juez Llarena lo conceda. Y a partir de aquí, se hace imposible cualquier previsión.