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El Gobierno se ha visto obligado a rectificar por enésima vez algunas de las decisiones del polémico ministro Wert, y después de que los tribunales anularan las subvenciones para la enseñanza en castellano en centros privados o que se suspendieran las reválidas que impulsó, ayer anunció en el Senado el titular de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, que bajará de nuevo al 5 la nota para acceder a becas, tal como planteaban los rectores universitarios en un informe preceptivo, pero no vinculante, que el año pasado no fue escuchado. El ministro ha admitido que se volverá al 5 porque ningún español tiene que dejar de estudiar por razones económicas, unas palabras que chocan con la realidad impuesta por su antecesor Wert, que elevó en 2012 la calificación mínima para acceder a una beca al 5,5 en primer curso, endureciendo también las condiciones económicas familiares para optar a la beca y con rebajas en las cantidades destinadas a estas ayudas, de forma que las percepciones que recibían los estudiantes disminuyeron nada menos que un 23,42 por ciento en el periodo de 2011 a 2015.

Con la elevación de la nota media para acceder a una beca se quedaban fuera de la universidad unos 70.000 estudiantes cada curso en una clara injusticia que discriminaba a las familias con menor capacidad adquisitiva y a las residentes en zonas sin la facultad elegida que obligaban a un desplazamiento del estudiante con los consiguientes costes. Lo justo es que si se cumplen los requisitos académicos se pueda acceder a la universidad y que las administraciones públicas garanticen las ayudas para quienes no dispongan de los medios suficientes, porque el acceso a la universidad es un derecho y no un privilegio, como lo interpretaba Wert, que exigía a los estudiantes con menos posibilidades económicas mejor puntuación académica que al resto de los alumnos, interpretando las becas como un premio y no como un derecho. Y así no se fomentaba la igualdad de oportunidades y se restringía a los más pobres el acceso a los estudios universitarios. Ahora que se recupera el 5 como nota mínima, hay que exigir también más presupuesto para becas y que realmente ningún español que esté capacitado académicamente se quede fuera por razones económicas.

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