La imagen del agricultor

Ha arrancado la campaña de la fruta con cierto retraso por culpa de la climatología y también con previsión de menos cosecha, pero también han empezado las inspecciones de Trabajo y la campaña de algunos grupos que intentan presentar a los agricultores leridanos como explotadores de inmigrantes con el peligro de las generalizaciones e intentar trasladar a un colectivo los supuestos excesos que pueda cometer una minoría. De entrada, hay que remitirse a los datos y recordar los expuestos en el último pleno de la Diputación de que frente a más de un centenar de inspecciones que se hicieron el año pasado, solo dos acabaron con sanciones y compararlos con la situación de otros sectores en los que probablemente la estadística sería más negativa. Hay que evitar cualquier forma de explotación, pero afortunadamente en Lleida el sector agrario ha sabido corregir antiguos errores y con la contratación en origen y la aplicación del convenio se garantizan unas condiciones laborales dignas y un funcionamiento del mercado laboral correcto porque el 70 por ciento de los trabajadores ya han acudido a campañas anteriores. Capítulo aparte es que haya una bolsa de inmigrantes que pueda acudir a nuestras comarcas en busca de trabajo y no lo encuentre porque la demanda agraria de este año es un 10 por ciento inferior a la del año pasado, pero de esto no se puede culpar al sector, porque además es una situación desgraciadamente generalizada en las zonas que ofrecen trabajos temporales. La situación ha mejorado considerablemente respecto a las campañas de otros años y hay que poner en valor el esfuerzo de los agricultores leridanos frente a los que pretenden desprestigiar su imagen. Sensibilización Comercios de Lleida han secundado la campaña iniciada en Sevilla para negarse a atender a violadores y ofrecer un espacio seguro para mujeres. No es probable que alguno de los condenados de La Manada venga a comprar aquí, pero la campaña ayuda a sensibilizar ante un problema creciente porque las denuncias por delitos sexuales han aumentado un 28% en Lleida y todos debemos ayudar a combatirlos.