Una cara operación salida

Miles de leridanos, así como de ciudadanos de todo el estado, han iniciado este fin de semana sus merecidas vacaciones que, en buena parte de casos, comportan desplazamientos para buscar destinos en los que descansar o desconectar. Y abrirán estos días de asueto con la “sorpresa” de que el precio de los carburantes está por las nubes, a unos niveles que no se registraban desde 2014. Así, el precio medio del litro de gasóleo alcanza los 1,223 euros, mientras que el de la gasolina de 95 octanos, la más utilizada, llega a los 1,319 euros, lo que supone un espectacular incremento del 17,5% y del 12,5% respectivamente, en comparación con las tarifas del pasado año en estas mismas fechas. Y por si fuera poco, el recibo eléctrico ha experimentado también un incremento en junio de casi un dos por ciento, en el tercer mes consecutivo de subida en una escalada totalmente incomprensible para la mayoría de los humanos puesto que se corresponde a un período de lluvias que, en teoría, deberían de haber facilitado la generación de energía eléctrica. Así las cosas, no es de extrañar que los hogares sigan una tónica de gastar más que nunca, según los datos que publicábamos ayer difundidos por el Instituto Nacional de Estadística. Según este barómetro, en el primer trimestre del año, la tasa de ahorro volvió a cifras negativas, en este caso del -4,2%, siguiendo la tónica de tres de los últimos cinco trimestres. Todo ello evidencia que la mayoría disfrutaremos de unas vacaciones en las que, un año más, será necesario mirar con lupa la cartera si no queremos que el retorno se convierta en un infierno, y no solo referido a la temperatura. Banda ancha para todos El conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, se comprometió el viernes en la Segarra a que la banda ancha de internet llegará a todos los municipios de Lleida antes de 2023, en una apuesta digital en la que también está implicada la Diputación. Avances tecnológicos de este tipo son imprescindibles para dotar de las mismas posibilidades a todos los rincones de Catalunya, y totalmente necesarios para arraigar y hacer crecer la población en núcleos con problemas demográficos.