El Parc de l'Alt Pirineu

Quince años después de su creación, el Parc Natural de l’Alt Pirineu se amplía y pasa de las 69.850 hectáreas actuales a 79.317 que tendrá a partir de ahora con nueva superficie protegida en un municipio del Alt Urgell, Valls de Valira y en seis del Pallars Sobirà, Farrera, Alt Àneu, Llavorsí, Rialp, Soriguera y Alins, convirtiéndose en el parque más extenso de Catalunya. Es una buena noticia que se incremente la protección en una zona tan sensible, porque además la propuesta llega de los mismos ayuntamientos que esperan que la nueva figura redunde en un incremento presupuestario para la mejora de la accesibilidad a los espacios naturales y del fomento de la biodiversidad de la región. Además, la ampliación es coherente con la protección de la que ya gozaban estas zonas porque estaban incluidas en otras figuras como el Plan Especial de Interés Natural (PEIN) o de la Red Natura 2000, por lo que su inclusión en el parque era lo más lógico para conseguir una actuación coherente y uniforme.

Ahora habrá que conseguir que el reconocimiento como parque natural se traduzca en una política de incentivos para un desarrollo sostenible de estas zonas y para que la protección de la biodiversidad sea compatible con el bienestar de sus habitantes, es decir que haya inversiones en mejoras de caminos, en señalizaciones, en la creación de atractivos turísticos y también para potenciar la ganadería autóctona, incentivar la transformación de sus productos y la creación de los servicios necesarios. De poco servirá el reconocimiento o la ampliación del parque si lo dejamos como una postal, como una imagen bucólica o una naturaleza imponente, porque la mejor garantía de mantenimiento del parque es que haya actividad económica, desarrollo sostenible y garantías de futuro para sus habitantes, que tienen que afrontar más dificultades que los vecinos de zonas urbanas que tienen servicios educativos, sanitarios o culturales a la puerta de su casa, mientras que en el Pirineo tienen que recorrer muchos kilómetros para conseguir una atención similar. Llevamos años reclamando una política de montaña que sirva tanto para proteger y preservar el espacio natural como para incentivar su desarrollo armónico y la ampliación del parque es un paso, pero necesitará medidas complementarias.