EDITORIAL
Despejar dudas
La difusión de unas conversaciones grabadas al expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, han desatado una tormenta sobre el trasplante de hígado al que era futbolista del club Éric Abidal, por la insinuación del dirigente de que el hígado había sido comprado, pese a que fue presentado como la donación de un primo del jugador. El tema es muy grave porque afecta a una de las entidades que mejor funcionan en este país, la Organización Nacional de Trasplantes, que vela por el rigor ético y el cumplimiento de todos los protocolos en cualquier operación hasta el punto de convertirse en modelo seguido por otros países, y también a la imagen del futbolista y del club, del centro que hizo el trasplante, el Hospital Clínic y de la misma conselleria de Salut, al margen de que insinúa la existencia de un tráfico de órganos. Las pruebas que se aportan son cuatro conversaciones grabadas entre Rosell y un interlocutor de momento desconocido en las que además de descalificar al jugador se insinúa que le han comprado un hígado, pero la investigación abierta por el juzgado número 28 de Barcelona fue archivada al no poder definir ningún ilícito penal y la misma ONT ha asegurado que el trasplante se hizo conforme a lo que marca la normativa vigente, pero que atendiendo a la gravedad de lo denunciado, abrirá una nueva investigación conjuntamente con el Clínic y la conselleria. Los protocolos que se siguen para cualquier trasplante en España son especialmente estrictos y más cuando se trata de una donación de una persona viva, porque primero tiene que ser evaluado por un médico ajeno a la extracción y el trasplante, que lo analiza desde un punto de vista médico y también psicosocial. En segundo lugar tiene que dar el visto bueno el comité de ética del centro que emite una resolución fundamentada y en tercer lugar el donante tiene que comparecer ante un juez en presencia del equipo que lo ha evaluado y también del que tiene que hacer el trasplante. Como ha destacado la presidenta de la ONT, son muchos profesionales los involucrados en el proceso que además son especialmente rigurosos en paralizar el trasplante si hay sospechas en cualquiera de las fases de compensación económica, pero quieren recopilar toda la información para despejar cualquier duda sobre el caso. Que se aclare el tema porque hay muchos enfermos esperando un órgano que confían en la limpieza y la ética del procedimiento.