Un paso, no la solución para la N-240

El desvío obligatorio de camiones desde la N-240 a la autopista de peaje en el tramo de Montblanc a Les Borges es una noticia esperada y reivindicada (hubo una prueba voluntaria que fracasó) para liberar el tráfico en esta vía, la única gratuita de Lleida hasta la costa de Tarragona, pero en ningún caso es la solución. Sigue siendo una vergüenza que las comarcas de Ponent no tengan conexión por una autovía rápida y sin peaje hasta su puerto natural y ello comporta muchos problemas, tanto de transporte como de vidas humanas por la alta siniestralidad que soporta. Además, el tramo entre la capital del Segrià y la de Les Garrigues queda al margen de este acuerdo, y es precisamente en estos kilómetros donde más accidentes se producen. Por lo tanto, bien está la decisión aprobada ayer por el Consejo de Ministros, y que todo apunta a que ya entrará en vigor mañana domingo, pero la solución integral pasa por la conversión en pública de esta carretera al fin de la concesión de la AP-2 y por el desdoblamiento o duplicidad entre Lleida y Les Borges. La red viaria leridana, tanto hacia el resto de capitales catalanas como hacia la montaña o la costa, acumula años de retrasos y las dos únicas finalizadas al cien por cien, la autovía hacia Barcelona y la C-25 a Girona, costó tantos años acabarlas que cuando se inauguraron ya quedaron pequeñas.La amenaza del 155 Hará bien el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en seguir la senda del diálogo para solucionar el conflicto con Catalunya y hacer oídos sordos a la derecha española que le acosa para seguir amenazando con el 155, los procesos judiciales y el miedo. Los grandes retos requieren estadistas con personalidad y una salida digna para todos del proceso catalán requiere precisamente eso, talento, talante y medidas concretas que poner sobre la mesa. Se avecinan fechas claves y la mayoría parlamentaria catalana seguirá planteando las reivindicaciones por las que les votaron los ciudadanos y compete a los líderes de ambos bandos hallar los puntos de encuentro que puedan dar luz al actual callejón sin salida.