EDITORIAL
Los sindicatos agrarios y la PAC
Los tres sindicatos agrarios con representatividad en Lleida, Unió de Pagesos, Asaja y JARC, coincidieron en su crítica a la conselleria de Agricultura porque los agricultores y ganaderos catalanes no podrán recibir este otoño el anticipo de las ayudas de la Política Agraria Comunitaria que sí percibirán los agricultores del resto de comunidades autónomas. No estamos hablando de una cuestión menor, porque las ayudas de la PAC para este año en Catalunya ascienden a 223 millones de euros que benefician a 42.000 payeses y, habitualmente, se cobraba el 50 por ciento a finales de octubre o principios de noviembre y la otra mitad a finales de diciembre. Lo que no dijeron los sindicatos agrarios, o no sabían sus dirigentes de Lleida, es que la consellería ya había propuesto y pactado con los mismos sindicatos hacer un pago único a principios de diciembre. Y ayer llegaron las rectificaciones y las matizaciones de los dirigentes sindicales de Lleida que en algunos casos no estaban al corriente de lo que se había firmado en Barcelona y en otros explicaban que habían tenido que firmarlo a la fuerza porque la conselleria no les había dejado otra opción, coincidiendo otra vez en las críticas al retraso, en que generará problemas de financiación a los payeses y en que el aplazamiento del pago es consecuencia de los retrasos de la consellería en la elaboración de los informes preceptivos. Pero no es lo mismo que el aplazamiento haya sido una decisión unilateral como dejaban entrever los sindicatos el martes o bien un pacto entre la administración y los representantes sindicales. Y dice poco sobre la coordinación sindical que no estuvieran informados en Lleida sobre lo pactado en Barcelona, pero aún es más grave que lo ocultaran para mantener su crítica a la consellería de Agricultura. Les Basses, paralizadas La reforma de Les Basses amenaza con convertirse en otro de los “culebrones” del urbanismo leridano y como primer paso se había anunciado la reforma del camping, que contaba con la aprobación inicial de la Generalitat. Pero también se ha paralizado por la moratoria de campings decretada por Territori. Va para largo.