Quien desobedece es el Gobierno

El lunes 22 de octubre era la fecha límite marcada por el Tribunal Supremo para que el Gobierno restableciera las ayudas a las plantas de purín, que habían sido recortadas por el gobierno del PP en 2014, pero no consta que el gobierno socialista haya aprobado ninguna nueva normativa sobre el tema con lo cual se arriesga a ser sancionado con una primera multa coercitiva de mil euros, que podrá ser reiterada hasta la completa ejecución del fallo judicial, según el auto del pasado mes de julio. Este incumplimiento del ejecutivo de una sentencia del Supremo es la penúltima peripecia de las plantas de purín que vendían la electricidad generada a un precio primado y vieron como en 2014 se aplicaba un tijeretazo en las primas, que hicieron inviables estas plantas, con el agravante de que se les obligaba a devolver los importes ya cobrados. Posteriormente el Supremo exigió dar marcha atrás a estos recortes y restablecer las ayudas a las plantas, pero el gobierno del PP lo acató a medias y limitó las primas a las construidas en los últimos quince años, marginando a las más antiguas entre las que hay dos en Lleida. El Supremo volvió a rechazar esta limitación ampliando hasta los 25 años la antigüedad de las plantas que pueden recibir ayudas pero también el gobierno del PP eludió cumplir los plazos pese a la amenaza de multas y posteriormente la moción de censura y el cambio de gobierno provocó que se ampliara el plazo que caducaba el lunes. El problema es que dos plantas de Lleida continúan cerradas, que estas plantas son la mejor solución para eliminar purín y que estos retrasos e incumplimientos representan un perjuicio para los mismos ganaderos y los inversores de las plantas. Suspenso a Italia Por primera vez en la historia, la Comisión Europea ha devuelto los presupuestos de un país, Italia, para que los corrija en tres semanas. La discrepancia básica es que Bruselas reclama que rebaje el déficit en seis décimas, mientras que Roma lo incrementa en ocho. Habrá que ver como reacciona el gobierno italiano, pero puede perder el paraguas del Banco Central con más prima de riesgo e inestabilidad.