EDITORIAL
Puerta a puerta
Los vecinos de Ciutat Jardí y Vila Moncada estrenaron ayer la prueba piloto de recogida de residuos puerta a puerta, que irá extendiéndose progresivamente a toda la ciudad para mejorar el reciclaje y acercarnos a los objetivos planteados por la Unión Europea. Es indiscutible que tenemos que reciclar más y mejor por obligación moral con las futuras generaciones, porque el tratamiento de residuos es uno de los grandes problemas de nuestra sociedad y porque los costes cada día serán más elevados y la legislación más estricta. De la misma forma que nadie cuestiona el objetivo, también se deberían poner todos los medios disponibles para hacerlo más sencillo, más cómodo y sobre todo más práctico y de momento los primeros usuarios del servicio se muestran expectantes y preocupados ante la novedad, pero también despistados por el nuevo sistema, que de entrada cambia el criterio de reciclaje al clasificarse ahora en orgánica, multiproducto, donde se juntará plástico y papel, y una tercera bolsa para el resto de residuos. En el primer día de la prueba, la mitad de vecinos no había recogido el kit de reciclaje y otros advertían que había desaparecido de su calle, bien por robo o por vandalismo, y aunque habrá que dar tiempo, sí ha provocado las primeras críticas, que las basuras solo puedan sacarse tres días y con la fracción de residuos asignada a cada día y que tenga que hacerse en un horario determinado, entre las 20 y las 22 horas. Quienes a esa hora estén trabajando o fuera de casa tendrán que buscar un contenedor en otro barrio mientras no se generalice el puerta a puerta en toda la ciudad y no parece que esta sea la mejor manera de incentivar el reciclaje, de la misma forma que puede plantear problemas tanto la acumulación de basura orgánica en las casas durante todo el fin de semana como que se amontone en las aceras y puedan ser arrastradas por perros, gatos o gamberros. También habrá que tener en cuenta la climatología extrema de Lleida, con fuertes calores en verano que pueden generar problemas con la basura en las aceras y de cara a la extensión por otros barrios cómo se soluciona la acumulación de bolsas y cubos en los bloques de muchos pisos. La idea es que el puerta a puerta llegue a Balàfia y Pardinyes en 2019 con los mecanismos ya rodados, pero habrá que ampliar la información y estar atentos a cómo funciona en Ciutat Jardí para ir corrigiendo los problemas que vayan surgiendo.