Emergencia vial

Un vecino de La Fuliola de 71 años, “una persona a la que todos conocíamos”, en palabras del alcalde de este municipio del Urgell, Eduard Piera. Se trata de la última víctima de accidente de tráfico en las carreteras leridanas en un año en que este tipo de siniestros ya se han cobrado 36 vidas, ocho más que las registradas en el mismo periodo de 2016. Esta dramática tendencia al alza también se produce en el conjunto de Catalunya, donde han muerto 172 personas, un veinte por ciento más que hace un año. Ante esta situación, el conseller de Interior, Miquel Buch, coincidiendo que ayer se conmemoraba el Día Mundial de las Víctimas de Accidente de Tráfico, fue tajante al afirmar que “nos encontramos ante una situación de emergencia vial” e hizo un llamamiento a extremar la precaución. En este sentido, la última campaña de Trànsit, presentada el viernes, incide en la necesidad de reducir la velocidad a la hora de conducir, puesto que los excesos al respecto están detrás del 14 por ciento de los siniestros mortales. Estas iniciativas, con imágenes impactantes y dramáticas historias de familias que han perdido a un ser querido tras despistes de tan solo milésimas de segundo, ayudan a concienciar la sociedad, pero si cada uno de nosotros no toma medidas básicas cuando se pone al volante, como olvidarse del móvil y no superar los límites de velocidad, de poco pueden servir.

Crueldad con los animales

Una asociación animalista de Mollerussa, Pla Cat, ha denunciado que han aparecido cristales rotos en los recipientes de comida que voluntarios dejan para alimentar las colonias de gatos abandonados en diferentes puntos del municipio con el perverso fin de que los felinos mueran de una forma de lo más dolorosa y atroz ya que se tragan los fragmentos cortantes. Quienes sean que hayan actuado o actúen de esta forma tan irracional y monstruosa dan la razón al filósofo alemán Friedrich Nietzsche, quien afirmaba que el hombre es el animal más cruel de todas las especies vivas.