El pacto es privilegio del coraje

El rey de España, Felipe VI, puso ayer el colofón a la celebración del 40 aniversario de la Constitución y lo hizo con un discurso en el que instó a preservar el espíritu de reconciliación de 1978. El rey pidió no olvidar “a los españoles de diferentes lugares, ideas y sentimientos” que “se reconocían y se aceptaban en un reencuentro lleno de emoción, perdón y renuncia” que fue, en su opinión, la Carta Magna. En su discurso, recordó las palabras de Miquel Roca: “La Constitución fue un pacto de coraje y no de debilidad: porque el pacto es el privilegio del coraje.” No le falta razón al monarca español al referirse al esfuerzo hecho por las diferentes ideologías y sensibilidades en aquellos críticos momentos –con el dictador recién fallecido–, pero han pasado 40 años y, como decíamos ayer, en cuatro décadas muchas cosas han cambiado en el estado español y la mayoría de ciudadanos con derecho a voto ni habían nacido en los años 70. Hoy, los dirigentes políticos presos, otros exiliados por no acabar también entre rejas y con centenares de procesos judiciales abiertos contra activistas, cantantes o actores por ejercer su libertad de expresión no son el ejemplo de reconciliación necesarios para resolver el problema territorial en España. Ojalá las palabras de Felipe VI sean un intento de superar el discurso del 3 de octubre del pasado año y que todas las fuerzas políticas hagan un esfuerzo para llegar a consensos y pactos que hagan posible una reforma constitucional que facilite el progreso, la justicia, la tolerancia cero contra la corrupción y que no sea un corsé para las reividicaciones legítimas y democráticas de los ciudadanos. Guissona De todas las industrias de Lleida, sin duda BonÀrea es todo un ejemplo de progreso y expansión. Llega a los 5.200 trabajadores con su feudo principal, Guissona, donde conviven miles de personas de diferentes orígenes y culturas sin problemas de integración. Todo un fenómeno económico y social digno de estudio y que merece el máximo reconocimiento.