EDITORIAL
Manifestaciones y protección policial
Es más que evidente que los simpatizantes de Vox y el PP que se manifestaron el jueves en Girona y Terrassa a favor de la Constitución y la unidad de España tienen el mismo derecho que los antifascistas, socialistas, independentistas o cualquier otra ideología a expresar en las calles sus opiniones, siempre evidentemente que lo hagan de una forma cívica y respetuosa. Los espacios públicos son de todos y en ellos los ciudadanos pueden ejercer su libertad de expresión, de crítica o de apoyo, y este derecho está avalado por las leyes de todos los países mínimamente democráticos. Hasta ahí todos estaríamos de acuerdo. El problema viene cuando algunos de los manifestantes usan la violencia contra personas, mobiliario urbano, vehículos o contra la propia policía que tiene la obligación de proteger los derechos de todos. En ese punto, la responsabilidad de los gobiernos, en el caso de Girona y Terrassa los Mossos d’Esquadra, es preservar la seguridad e integridad de las personas como prioridad y la utilización de la fuerza ha de ser la justa y proporcionada. Si en ambas ciudades los agentes se ajustaron a los protocolos o se excedieron es la propia policía autonómica la que debe estudiarlo y juzgarlo. Y tan exagerado es pedir el cese inmediato del conseller de Interior y de los agentes sospechosos de ejercer una dureza inapropiada, como ver en este estudio encargado por el presidente Torra una descalificación del cuerpo de los Mossos. Hay muchos intereses por dar una imagen de violencia en Catalunya que en nada se corresponde con la realidad, por tanto, busquemos la concordia y el entendimiento, en lugar de echar leña al fuego. Nuevos tiempos, nuevas estafas Más de 2.500 denuncias por estafas se han interpuesto en las comarcas de Ponent entre los meses de enero y octubre, lo que supone un aumento del 20% respecto al año pasado. Un delito que aún cuesta denunciar y que se ha cuadruplicado en los últimos nueve años, en buena parte por internet, que ya representa el 40% de los delitos. Los nuevos tiempos traen nuevas picarescas y conviene estar alerta.