Y La Manada sigue en la calle

Los cinco miembros de La Manada, condenados por abuso sexual, que no por violación, por las brutales vejaciones a las que sometieron a una chica en los Sanfermines de 2016, pasaron la Nochebuena con su familia o con sus amigos, al igual que el día de Navidad. Y eso gracias a que la Audiencia de Navarra, tras la condena a 9 años de prisión emitida por el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad foral, les concedió la libertad provisional el pasado junio pese a la alarma social que desató la levedad de las penas. Ayer, la sala segunda del Alto Tribunal celebró la vistilla para decidir sobre la entrada en prisión o no de los cinco condenados, fallo que no se conocerá hasta los próximos días (presumiblemente ya será en 2019), y para el que los tres magistrados volvieron a demostrar su división de pareceres. Todo parece indicar que los delincuentes también podrán celebrar la Nochevieja con quienes decidan y seguramente Reyes. Y llegados a este punto, a la mayoría de ciudadanos de a pie les cuesta, y mucho, entender el funcionamiento y las razones de un sistema judicial que permite que cinco criminales sigan en la calle, pese a su condena, mientras que nueve dirigentes independentistas llevan ya más de un año en prisión preventiva, a la espera de un juicio cuyo inicio aún puede tardar semanas. Ante este panorama, no son de extrañar noticias como la que trascendió ayer y que tuvo como escenario la ciudad gallega de Sanxenxo. Un hombre de 29 años agredió e insultó a un grupo de mujeres y, cuando los testigos presenciales le dijeron que iban a llamar a la Policía, él espetó: “Si a los de La Manada no les pasó nada, a mí, por pegaros unas hostias a vosotras, menos”. Tiempos de cambio en Andalucía El líder del PP-A, Juanma Moreno, será el próximo presidente del Gobierno andaluz de coalición con Cs, mientras la formación naranja ocupará la presidencia del Parlamento autonómico, en cuya Mesa estarán los ultraderechistas de Vox. Se acercan, pues, tiempos de cambios radicales y quizá Andalucía se convierta en el banco de pruebas de lo que puede ser España en un futuro no muy lejano.