EDITORIAL
Sin vuelos por niebla, a pleno sol
Lejos quedan las previsiones de mediados de la década pasada que planteaban como objetivo unos 400.000 pasajeros al cumplirse diez años del aeropuerto de Lleida-Alguaire, además de llevar a cabo transporte de mercancías, dado el potencial agroalimentario de las comarcas de Ponent. Más lejos aún la posibilidad de crear polígonos industriales alrededor de esta instalación, ya que años después de adquirir los terrenos, la mayor parte siguen siendo fincas agrícolas. La realidad de la aviación comercial de Lleida ha quedado reducida a los vuelos a Mallorca y los esquiadores que se mantienen fieles a las pistas y compras andorranas y que ahora también se intentan atraer a Baqueira. Siempre, las previsiones de crecimiento suelen quedarse por debajo de los estudios de mercado, hechos a medida de la administración que lo encarga, pasó con el AVE y con estudios de atracción comercial de Lleida. Pero una cosa es quedarse lejos de las exageradas previsiones y otra, muy distinta, que la Generalitat, conocedora de la niebla habitual que existe en Lleida desde tiempos inmemoriales, no prevea un sistema competitivo para las instalaciones de Ponent. No es positivo que la gran mayoría de vuelos se desvíen a Reus porque llegará el día que, de seguir así, las compañías y touroperadores ya no contemplarán Lleida como parada para desviar esquiadores al Pirineo. También es cierto que no toda la culpa es de la administración catalana, porque precisamente son los touroperadores los que se ponen la venda antes de la herida y ayer desviaron el vuelo mientras hacía un sol radiante en las instalaciones del Segrià. Sea como sea, la casa está sin barrer y por una inversión que no llega a la mitad de lo que cuesta un intercambiador del metro de Barcelona, Ponent puede perder muchas oportunidades de sinergias comerciales y turísticas. Es imprescindible pues que, además de potenciar los usos industriales y de escuelas de vuelos, de garajes de aviones o las mil y una posibilidades que ofrece el aeropuerto, no se renuncie bajo ningún concepto a los vuelos regulares comerciales, tanto como alternativa para descongestionar El Prat como para la promoción del esquí y los parajes naturales de Lleida y de todo el Pirineo, sea el andorrano o el aragonés y a tiro de piedra de la costa de Tarragona. Lleida tiene una situación orográfica ideal, a mitad de camino del mar, la montaña y Barcelona y Zaragoza. No debe desaprovecharse.