EDITORIAL
Veredicto contundente
Menos de 24 horas ha necesitado el jurado popular para pronunciar su veredicto sobre el crimen de Aspa, en el que murieron dos agentes rurales en uno de los episodios más dramáticos de la reciente historia negra leridana y ha sido contundente: el acusado es culpable de asesinato con el agravante de alevosía y únicamente se tiene en cuenta el atenuante de la confesión de su crimen. El veredicto estaba claro porque el acusado fue aprehendido con el arma mortal tras efectuar los disparos y confesó que había sido el autor y que los agentes estaban muertos y porque, durante la vista, el jefe de investigación de los Mossos refrendó que no había ninguna duda del doble asesinato y que se efectuaron varios disparos certeros y a corta distancia contra los dos agentes que no tuvieron posibilidad de defensa e incluso el acusado recargó el arma para continuar disparando. Frente a estas evidencias, la línea de la defensa solo pudo buscar la eximente de un trastorno mental y, así, durante el juicio, se planteó la posibilidad de una patología mental que pudiera dejarle en blanco en el momento de los disparos y un perito de la defensa habló de un “trastorno explosivo”, pero los neurólogos fueron contundentes al afirmar que el cazador sabía lo que hacía cuando disparó a los agentes rurales y que la recarga del arma muestra que no padecía ninguna epilepsia ni ningún trastorno. En consecuencia, el veredicto ha sido claro y contundente y el cazador se enfrenta a una condena de entre 40 y 51 años de cárcel por el asesinato de los dos agentes rurales. Podemos, en crisis Al enfrentamiento entre dos de sus fundadores, Iglesias y Errejón, se añade ahora la dimisión del secretario general de Madrid y portavoz en el Senado, Ramon Espinar, en la que se ha convertido ya en la crisis más profunda de Podemos, que reproduce vicios antiguos de la izquierda española. De los fundadores ya solo queda Pablo Iglesias, con el apoyo externo de Monedero, y afrontan las municipales renunciando a presentarse en Madrid, sin candidatos claros para la comunidad y con una imagen de división que puede perjudicarles en el resto del Estado.