Más empleo y más paro

De los datos de la última Encuesta de Población Activa correspondiente al cuarto trimestre del 2018 se ha destacado el crecimiento de la población ocupada con más de medio millón de nuevos empleos en el conjunto estatal, el dato anual más elevado después de cinco años consecutivos al alza y una tasa de paro que baja hasta el 14,45 por ciento de la población activa. También son buenos los datos de Catalunya donde se creó más empleo, un 2,26% respecto al año anterior, y también disminuyó el paro en un 5,82 de forma que la tasa en la autonomía ha quedado en el 11,75 y vuelve a los niveles anteriores a la crisis económica. Pero el resultado de la encuesta en Lleida es más curioso porque se ha generado más empleo con 6.700 nuevos puestos de trabajo, pero al mismo tiempo también ha aumentado la tasa de paro con 2.900 personas, que eleva el número de desempleados hasta los 27.100, lo que representa una tasa del 12,21, que curiosamente está por encima de la media catalana cuando lo habitual era que Lleida figurara entre las provincias con menos tasa de paro, acercándose al pleno empleo en los años previos a la crisis, y casi siempre con el menor índice de paro en Catalunya. Cabe atribuir esta aparente contradicción de la encuesta a la incidencia de mano de obra que llega de fuera de la provincia como pueden ser los temporeros de la fruta y a que se genera empleo, pero que no es aprovechado por los parados leridanos, de forma que hay bolsas de desempleo de larga duración como mayores de 55 años o de difícil incorporación al mercado laboral como sucede con los más jóvenes o las mujeres. Habrá que ver la tendencia de las nuevas encuestas para corroborar esta interpretación y aplicar medidas correctoras porque se ha mejorado en la lucha contra el paro, pero falta mucho por recorrer porque en la encuesta se habla de empleos creados, pero no de su calidad, y porque hay datos que siguen siendo muy preocupantes como que aún hay un millón de hogares españoles en los que no hay nadie trabajando, o que la tasa de empleo juvenil triplica la media europea o que la tasa de actividad de las mujeres es once puntos inferior a la de los hombres. Hay sectores de población que quieren trabajar pero no encuentran oportunidades para incorporarse al mercado laboral que sigue necesitando reformas para acabar con estas bolsas y para conseguir que los empleos que se ofrecen sean también de calidad.