SEGRE

Creado:

Actualizado:

Ocho meses después de ganar la moción de censura, Pedro Sánchez ha decidido disolver las Cortes y convocar elecciones generales para el 28 de abril. Después de que le tumbaran los presupuestos y rompiera con los independentistas que le habían apoyado para llegar a la Moncloa, no tenía otra opción que adelantar las elecciones y sumir al país en una campaña permanente con todos los costes sobretodo económicos que conlleva. No podía gobernar sin apoyos parlamentarios, ni prorrogar los presupuestos del PP y además las previsiones demoscópicas le aconsejaban ir a elecciones cuanto antes para no sufrir más desgaste y aprovechar tanto el rebufo de algunas decisiones acertadas como la división de la derecha con un PP mal colocado en las encuestas y Ciudadanos con el paso cambiado tras los resultados andaluces y su foto con Vox. Capítulo aparte es la fecha elegida, el 28 de abril, un mes antes de las elecciones municipales, europeas y en la mayoría de autonomías fijadas por ley para el 26 de mayo. No ha querido que coincidieran con la primera fecha posible, el 14 de abril por las connotaciones republicanas de la fecha, ni tampoco todas en un superdomingo con las municipales, que hubiera conllevado menos gasto para no diluir mensajes y se supone que también por presiones de su partido y por consejo de los sondeos y como tampoco le convenía retrasar más la convocatoria, nos encontraremos con que la campaña electoral, que empezará el viernes 12 de abril, coincidirá con Semana Santa y Sant Jordi y también con la recta final del juicio del procés, si no se decide un aplazamiento. El resultado es que continuaremos en una campaña electoral permanente después de la legislatura más corta, dos años y diez meses, y tormentosa con el triunfo de una moción de censura. Tuvimos elecciones el 20 de diciembre de 2015, se repitieron el 26 de junio de 2016, que mantuvieron a Rajoy en la Moncloa, el 1 de junio de 2018 se cambió de inquilino con la moción de Sánchez y ahora afrontamos dos elecciones en un mes. Puede haber hartazgo y lo que hay seguro es una paralización de la economía por la inestabilidad política que padecemos, complicada con la crisis catalana, y con la incertidumbre de que volveremos a tener un Congreso fragmentado y enfrentado. Las encuestas del CIS dan ganador al PSOE, pero con un margen ajustado y sin mayoría, pero los últimos sondeos apuntan a que el trío de derechas puede ganar.

tracking