EDITORIAL
La agricultura ecológica
El interés de los consumidores por los productos ecológicos o bio se está incrementando de forma exponencial y el campo de Lleida es un fiel reflejo de ello. Así lo demuestra el hecho de que la superficie destinada a producciones agrarias generadas sin la utilización de productos químicos de síntesis se ha multiplicado por 23 en lo que llevamos de siglo. Sería difícil de esta manera encontrar un sector con semejante crecimiento. Los últimos datos disponibles de 2017, a la espera de que hoy se presente la última actualización, sitúan en 103.940 las hectáreas destinadas en la demarcación a estos cultivos. Esta cifra supone que Lleida tiene una de cada veinte hectáreas ecológicas de todo el Estado, donde se contabilizan 2,082 millones. La agricultura leridana ha sufrido cambios sustanciales en los últimos años, pasando de ser el pequeño y mediano agricultor la base económica de muchas familias a concentrarse en manos de los grandes propietarios, cooperativas y empresas las principales producciones de Lleida. Esta renovación, lenta pero irremediable, ha dejado al pequeño payés en una mala posición de cara al futuro y la agricultura ecológica ofrece sin duda una alternativa para jóvenes que quieren seguir apostando por la agricultura pero que no pueden competir con las grandes inversiones, que requieren tanto los regadíos como la modernización mecánica y los sueldos que precisan las grandes extensiones. Hacia la conciliación paritaria Hoy entra en vigor la ampliación del permiso de paternidad de 5 a 8 semanas, lo que sin duda es una excelente noticia para lograr la paridad en la conciliación de la vida laboral y familiar entre hombres y mujeres. Compartir al cien por cien el cuidado de los hijos y su educación es un paso imprescindible para que la igualdad legal llegue por fin a los hogares y las empresas. De nada sirven las leyes si no van acompañadas de normas y reglamentos que las hagan efectivas y permitan pasar del papel a la realidad. Demasiadas mujeres se han dejado su futuro profesional en casa por la imposibilidad de conciliar.