EDITORIAL
Prevención ante los desprendimientos
Mañana se cumplirá un año del gran desprendimiento de rocas y tierras sobre una carretera en Castell de Mur, en el Pallars Jussà, que sepultó el coche en el que iba una pareja de Sant Esteve de la Sarga que regresaba a casa, provocando la muerte de ambos en el acto. Desde entonces y hasta finales del pasado año, se registraron un total de 115 aludes de diverso volumen sobre carreteras de Lleida, la mayoría de ellos en la Noguera, el Solsonès, el Jussà y el Pallars Sobirà. Se trata en la mayoría de los casos de carreteras de zonas montañosas y con una escasa intensidad de tráfico. Parte de ellas son locales, por lo que el presupuesto disponible para su mantenimiento es muy reducido. Está claro que el pasado año fue un tanto excepcional porque llovió mucho más de lo habitual, lo que favorece que haya desprendimientos, pero hay que tener en cuenta que aunque otros años llueva menos, en las últimas décadas se observa una tendencia en alza de fenómenos meteorológicos extremos asociados al cambio climático, entre ellos fuertes tormentas que dejan una gran cantidad de agua en muy poco tiempo, circunstancia que facilita los deslizamientos de tierra o rocas. Lo sucedido en 2018 debería servir de alerta para extremar las labores de prevención, revisando las laderas donde es susceptible que puedan producirse aludes. Sin embargo, como dábamos cuenta en nuestra edición de ayer, no parece que la administración haya hecho mucho en este sentido y sería bueno que lo hiciera antes de tener que lamentar otra desgracia. Memoria contra el fascismo Neus Català, fallecida el sábado a los 103 años de edad, no solo era una de las últimas supervivientes catalanes de los campos de concentración nazi, sino que había dedicado buena parte de su vida a recuperar la memoria histórica de las mujeres que, como ella, lucharon contra el fascismo y fueron deportadas a estos campos del infierno. Por ello, la mejor manera de honrarla es mantener vivo el recuerdo de esta barbarie, algo que es especialmente necesario en un momento en que las fuerzas ultras están ganando peso en España y gran parte de Europa.