Las energías renovables

Las afueras de Balàfia contarán con un gran parque fotovoltaico de tres hectáreas con unos 8.000 paneles solares y una potencia de 2,3 MW, que generará una producción de energía verde equivalente al consumo medio de un millar de familias, según la empresa promotora, AE3000 de Mollerussa. El huerto solar estará ubicado en unas fincas agrícolas situadas detrás de las instalaciones de Actel, cerca de la carretera de Vielha, ahora yermas y que antiguamente se habían dedicado a frutales de regadío. Prevé producir 4.500 MWh/año que venderán al mercado eléctrico, cifra que supone un ahorro de 1.670 toneladas de emisiones de CO

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a la atmósfera. Esta planta será probablemente la de mayor superficie del término municipal de Lleida, aunque los impulsores no pudieron asegurarlo al cien por cien. La energía solar pasa por un buen momento gracias a dos factores: el primero es la supresión del llamado “impuesto del sol”, que gravaba a quienes producían energía para su propio consumo por el suministro de apoyo que recibían de la red eléctrica. La desaparición de este gravamen ha ido acompañada de un nuevo decreto que elimina trabas burocráticas para este tipo de instalaciones. El segundo es que los paneles fotovoltaicos se han abaratado en más de un 80% respecto a los precios de hace una década. El impuesto del sol tenía los días contados, ya que era incompatible con planes y directivas europeas que favorecen el desarrollo de las renovables y vetan de forma explícita cualquier obstáculo al autoconsumo de energía. Su supresión fue el primer paso de un nuevo marco normativo del actual Gobierno socialista, desarrollado a través de decretos. Incluye novedades como permitir instalaciones de autoconsumo compartidas y que los excedentes de energía que se vierten en la red eléctrica se traduzcan en rebajas en los recibos de la luz. También habrá opción de venderla, aunque esto último exigirá registrarse como productor y tributar los ingresos. Sea como sea, y aunque el camino todavía sea largo, es muy positivo que las energías alternativas y renovables se abran paso, puesto que tanto los combustibles fósiles como las energías hidroeléctrica convencionales ven menguar sus recursos y producciones y el futuro requiere de energías limpias, menos contaminantes y que puedan abaratar costes para todos.