Las elecciones más cercanas

Es importante participar en la elección de los diputados y senadores que luego votan en Madrid y también decidir quién nos representará en la elección del presidente de la Generalitat, pero si hay unas elecciones trascendentales para nuestra vida cotidiana, para la mejora de las condiciones de nuestro entorno más próximo, son sin duda las municipales, que de forma indirecta sirven para designar a los miembros de la Diputación o los consells comarcals. A los diputados estatales o catalanes no se les pide cuentas directamente porque de entrada forman parte del engranaje de partidos y también porque habitualmente no tienen una influencia directa en la toma de decisiones, pero a los alcaldes y concejales sí les podemos reclamar, aplaudir o exigir, porque tanto en pueblos como en nuestras ciudades nos los podemos encontrar habitualmente. Es el poder más próximo al ciudadano y también el que más directamente nos afecta, aunque no todos les reconocen la trascendencia política que tiene su elección o su gestión, porque no en vano los municipios han sido los grandes olvidados, tanto en la financiación como en el reconocimiento de su labor. Ha arrancado la campaña de las elecciones municipales, que coinciden con unas europeas de especial significado porque compiten en listas diferentes Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, que llegan un mes después de las elecciones generales, pero que en modo alguno pueden considerarse como una segunda vuelta porque tienen entidad propia y se dilucidarán cuestiones diferentes y en algunos casos más próximas al ciudadano. Elegiremos a quien tiene que decidir sobre el urbanismo de nuestros pueblos y ciudades, quien marcará las líneas de crecimiento o decidirá sobre los equipamientos y la oferta lúdica o de servicios, hay propuestas para todos los gustos y somos los ciudadanos los que tenemos que elegir. De momento, las encuestas auguran mayoría del PSOE en las europeas y en casi todas las autonomías, y mucha igualdad en los grandes ayuntamientos como Madrid, Barcelona, Valencia o Zaragoza, que quedarán a expensas de futuros pactos. Algo parecido puede pasar en Lleida, donde la Paeria continuará fragmentada sin ningún grupo con mayoría absoluta, pero la grandeza de estas elecciones es que en cada pueblo o ciudad hay un panorama diferente porque depende de las personas y su proximidad. Y lo importante es que decidiremos los ciudadanos.