Los Juegos como motor

El presidente de Ferrocarrils de la Generalitat y de la oficina técnica que prepara la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno para el Pirineo en 2030, Ricard Font, participó ayer en el ciclo de Diàlegs al Roser, que organiza SEGRE presentando las líneas generales del proyecto que debe contar con el impulso de los gobiernos catalán y español y la aprobación, primero del Comité Olímpico Español y, posteriormente, del Comité Olímpico Internacional. El objetivo es ambicioso, pero en esta ocasión parece bien encarrilado porque ya cuenta con el visto bueno de una delegación del COI que visitó las posibles instalaciones el pasado mes de septiembre y respaldó el proyecto si se desarrolla con criterios de sostenibilidad territorial, paisajística y económica. ¿Por qué unos Juegos Olímpicos de invierno en el Pirineo? Es la cuestión fundamental que debe aunar consensos y Font lo enmarcó en una doble perspectiva: por una parte, se trata de posicionar el conjunto de la cordillera en un mundo cada día más global y en el que hasta ahora no tiene visibilidad mundial, como prueba el hecho de que sea la única gran cordillera que no ha organizado esta prueba aprovechando el impulso que le puede dar Barcelona, que sí está posicionada como una gran metrópoli y un destino turístico internacional. Y, en segundo lugar, se trata de aprovechar lo que Font llama los “pre-Juegos” y los “post-Juegos” para que, al margen de los quince días de competición, haya una mejora real y efectiva de infraestructuras y accesos y sea, al mismo tiempo, un instrumento para luchar contra la despoblación de las comarcas pirenaicas y fomentar el arraigo de población joven. Ciertamente, nadie sabe cómo será nuestra sociedad en el 2030 y qué necesidades de movilidad habrá, pero se trata de sentar las bases y, sobre todo, de desarrollar las infraestructuras que llevan años reclamándose y también de colocar el Pirineo en el mundo, dar a conocer sus atractivos y convertirla en nuevo destino turístico. Para ello será fundamental mantener la sostenibilidad y el mismo COI ya pide que no se hagan más pistas que las existentes, y Font advirtió que no puede trasladarse al Pirineo alguno de los modelos urbanísticos que se han desarrollado en la costa. Sería bueno también que el efecto olímpico se extendiera a todas las comarcas y no solo a las que acojan pruebas, y que realmente los Juegos sean un dinamizador para el Pirineo y sus habitantes.