EDITORIAL
Relevo histórico en la Paeria
Miquel Pueyo hizo historia ayer al levantar la vara de Paer en Cap. Hacía 32 años que Lleida no cambiaba de alcalde después de unas elecciones municipales. Fue en 1987, cuando el convergente Manel Oronich logró sumar con la antigua Alianza Popular y el Grupo Independiente Freixes y le arrebató la alcaldía al socialista Antoni Siurana, el primer edil elegido democráticamente tras la muerte de Franco. Después de dos años turbulentos, una moción de censura retornó a Siurana a la silla de Paer en Cap en 1989. Desde entonces, los relevos habían sido precedidos por renuncias. Así, Àngel Ros se convirtió en alcalde en 2004 porque Siurana fue nombrado conseller de Agricultura en el gobierno del primer tripartito. Revalidó el cargo y por mayoría absoluta hasta en dos ocasiones, pero en su tercer mandato necesitó el apoyo de Cs y PP. El 4 de agosto del año pasado dejó la alcaldía para ser embajador de España en Andorra y le sustituyó Fèlix Larrosa, hasta entonces segundo teniente de alcalde. Larrosa encabezó la lista del PSC en los comicios del 26 de mayo pero, por primera vez en cuarenta años, los socialistas no fueron los más votados. Empató en número de concejales con Miquel Pueyo, pero fue el republicano el más votado y el que logró la mayoría con el apoyo de Junts per Catalunya y el Comú. “Diálogo, diálogo y diálogo” es la fórmula que ofreció Pueyo, ya alcalde, para rebajar la tensión política. Desde 1936 Lleida no tenía un alcalde republicano. Pueyo será, también, el primero independentista. Ayer recibió una pancarta en la que se leía “Llibertat presos polítics” para que la colgara en el balcón de la Paeria. Dijo que es una decisión que no se puede tomar unilateralmente, sino que debe abordarse en el pleno del ayuntamiento, pero avanzó que creará una comisión de investigación sobre la actuación policial en Lleida el 1 de octubre de 2017 porque no se puede “blanquear” la violencia contra los ciudadanos. Más allá de la capital, Cervera y Tàrrega centraron el foco de la actualidad. Alba Pijuan (ERC) se hizo con la alcaldía de Tàrrega con los votos del PSC y la CUP, dejando en la oposición a Rosa M. Perelló. Por su parte, Ramon Augé (JxCat) apartó de la Paeria de Cervera a Joan Santacana de ERC en un pleno crispado. Hasta hubo pactos in extremis el mismo día de la constitución de ayuntamientos, que pusieron en evidencia que la política municipal despierta pasiones porque es la más cercana.