EDITORIAL
Selectividad brillante
Ya se conocen las notas de selectividad y este año ha sido especialmente brillante para los estudiantes de Lleida porque en esta promoción se ha conseguido la mejor nota de toda Catalunya, Eduard Garrabou, del instituto Antoni Tarroja de Cervera, con un 9,9, y hay otros dos leridanos entre los cuatro que han obtenido la segunda mejor nota, 9,8, Arnau Noguera, que también estudiaba en el instituto de Cervera, y Max Gasia, de Sort, en el Episcopal. Además, los alumnos de Lleida han conseguido la mejor media en la prueba de acceso a la universidad y también presentan el mejor promedio en su expediente. Un dato excelente que muestra el nivel que se ha registrado este curso en los centros leridanos y su buena preparación para acceder a la universidad y, lo que es más importante, poder elegir los estudios que prefieran. Porque a pesar de los nervios con que se afrontan las pruebas, hay que tener en cuenta que la trascendencia de la selectividad no es superarla o no, porque logra el aprobado la inmensa mayoría, un 96 por ciento este curso, sino conseguir una nota que facilite el acceso a la carrera deseada. Y en este sentido, pese a las críticas que se van repitiendo cada año, la selectividad sirve para crear un filtro uniforme para todos los estudiantes que quieran acceder a la universidad, para que demuestren su nivel de conocimientos y su capacidad de razonar y evitar que sean las mismas facultades las que como sucedía antes creen sus propios filtros, algo que podría ser más elitista y menos justo. La selectividad lleva 40 años funcionando y puede mejorarse en el sentido que propone la Fundación Jaume Bofill para buscar pruebas menos memorísticas y más competenciales, pero sigue teniendo sentido. El veto ruso Por sexta campaña consecutiva, los fruticultores leridanos no podrán exportar fruta a Rusia después de que Putin extendiera hasta el 31 de diciembre de 2020 la orden que prohíbe importaciones de productos agrícolas de los países que secundaron las sanciones a Rusia por el conflicto de Ucrania. Se pierde un mercado de 50 millones de kilos y ya explicarán qué tiene que ver Lleida con estas sanciones.