EDITORIAL
El hombre en la Luna
Se cumplen hoy 50 años de la llegada del hombre a la Luna, del “pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad” en frase del protagonista, Neil Armstrong, afortunada e histórica por el momento en que la pronunció pero que aún hoy suscita controversia en lo relativo a si fue o no un gran avance para la humanidad. Evidentemente fue un hito que el hombre pudiera salvar la distancia con la Luna, los 384.400 kilómetros que nos separan del satélite, y regresar sano y salvo, en la línea de los grandes descubrimientos de la humanidad, pero hay más escepticismo a la hora de valorarlo como un gran avance para conocer mejor el satélite porque también se hubiera podido explorar con sondas o una mejora sustancial en la exploración del espacio y en la investigación sobre si hay vida extraterreste. Cuando desembarcó el Apolo XI, los científicos ya sabían lo que Armstrong y Aldrin iban a encontrar, pero esto aún magnificó más el evento porque también fue una gran operación de marketing para subrayar el poderío de Estados Unidos, que aventajaba definitivamente a los soviéticos en la carrera por el espacio, y también multiplicar la confianza en el progreso de una humanidad que era capaz de surcar por el espacio y “conquistar” la Luna. Era uno de los momentos de mayor optimismo y una victoria póstuma de John F. Kennedy, que fue quien lanzó el programa Apolo y el abanderado de la carrera espacial que libraron las dos superpotencias. Luego llegaría Vietnam, Watergate y también se acabaron los viajes a la Luna con la última misión del Apolo 17 en diciembre del 72 después de que una docena de astronautas en seis misiones hollaran el satélite. Se recortaron los presupuestos para misiones de la NASA, que habían llegado a ser el 4 por ciento del federal, y se buscaron otros objetivos mientras se iban analizando los 380 kilos de muestras que fueron trayendo los astronautas. No está claro que haya cambiado la humanidad con la llegada a la Luna, y siempre se puede reclamar que los millones de dólares destinados a estas misiones se destinen a la lucha contra el hambre, pero sí es cierto que la industria informática y tecnológica norteamericana vivió un desarrollo espectacular, que se han aprovechado los avances para la aeronáutica y la ciencia en general, aunque sigue habiendo escépticos sobre la veracidad del viaje. Y Trump para preparar su reelección anuncia otro viaje a la Luna para 2024.