EDITORIAL
Cuestión de responsabilidad
Los representantes de los ciudadanos elegidos el 28 de abril tienen en sus manos decidir hoy si permiten que el candidato más votado pueda formar gobierno o bien si optan por mantener la provisionalidad en la que llevamos demasiados meses y dejan correr el calendario para celebrar nuevas elecciones en noviembre confiando en que seamos los ciudadanos quienes cambiemos de opinión y enmendemos la plana a quienes no han sabido encontrar puntos de acuerdo. Todos tienen su parte de responsabilidad empezando por Pedro Sánchez, que ha actuado como si lo tuviera todo hecho, que ha agotado los plazos para abrir negociaciones, que no se ha mostrado ilusionado con repetir alianza con Podemos y sobre todo los independentistas, pero que tampoco ha movido ficha para buscar otras alianzas. Al que le toca conseguir la mayoría es al PSOE, y algo tendrá que ofrecer para conseguirlo. Tampoco el PP puede sacar pecho porque está negando ahora lo que exigía Rajoy hace tres años, la abstención del PSOE en aras de la estabilidad institucional, y al final consiguió cobrándose además la cabeza de Sánchez por el camino. Los mismos argumentos que utilizaba Rajoy para pedir la abstención del PSOE, que finalmente consiguió, son válidos para que hoy se abstuviera el PP si mantienen el sentido de Estado. Algo parecido puede decirse de Ciudadanos, que, como dijo uno de sus fundadores, nació con vocación de partido bisagra para evitar que los dos mayoritarios, PSOE y PP, tuvieran que depender de los nacionalistas y que ahora por empeño de Rivera se ha enfrascado en competir por el liderazgo de la derecha llegando a pactar con la ultraderecha. Y tampoco Podemos puede presumir de sentido de Estado, porque una vez más ha colocado la exigencia de cargos por encima de cuestiones programáticas, y las últimas exigencias, filtradas por el PSOE, hablan de una vicepresidencia y cinco ministerios, entre los que estarían Hacienda, Trabajo o Transición Ecológica. Olvidan su retroceso electoral, que sus votos no garantizan la mayoría parlamentaria y que mantienen serias discrepancias con el PSOE en temas cruciales como Catalunya. Como se destacaba tras la sesión del martes, están demostrando más sentido de Estado algunos partidos nacionalistas que los de ámbito estatal y nos podemos encontrar con que llegue la sentencia del procés con un gobierno en funciones y el país en campaña electoral.