EDITORIAL
Una recesión provocada por la política
La economía alemana cayó un 0,1% en el segundo trimestre del año respecto al trimestre anterior, informó el miércoles la Oficina Federal de Estadística (Destatis). Respecto al mismo trimestre de 2018 el crecimiento es nulo. Este retroceso del PIB, segundo en el último año, revive el fantasma de la recesión en el país germano, que ya la evitó por los pelos a finales de 2018. Asimismo, enciende las alarmas en la zona euro, que podría verse arrastrada por la locomotora europea, en un contexto en el que reina la incertidumbre. La guerra comercial, la salida abrupta de Reino Unido de la UE –un país que también se contrae–, la crisis del sector de automoción, la inestabilidad en Italia... Los frentes abiertos se acumulan y las economías agotan el crecimiento que las sacó de la última crisis. Pero sin duda el principal provocador de esta desaceleración económica es el presidente de los EEUU, Donald Trump, con su guerra comercial que desencadenó otra guerra, esta de divisas, con China con las consecuentes distorsiones en los mercados financieros y del comercio. Lo peor para el mandatario estadounidense es que padecerá igual que el resto del mundo su envite y las consecuencias las pagaremos todos. Por tanto, si la política y no la economía ha provocado estos lodos, sería de esperar que sea también la política la que ponga los mecanismos para no caer por el precipicio.
Todo cambio requiere tiempo
La Paeria ha constatado que una media de 140 personas están durmiendo al raso este verano en la ciudad, aunque hay días que la cifra se eleva a 180, mientras que solo una media de sesenta pernoctan en el refugio habilitado para temporeros en el pabellón Agnès Gregori, que tiene una capacidad para hasta doscientas hamacas, según fuentes municipales. La alcaldesa accidental, Jordina Freixanet, aseguró que “educadores y Guardia Urbana están haciendo un trabajo de concienciación con todas estas personas para que sepan que se les ofrece alojamiento, pero muchas lo rechazan y no les podemos obligar”. Primera lección para el nuevo ayuntamiento, todo cambio, además de acción de gobierno, requiere tiempo y pedagogía.