EDITORIAL
Impuestos y dinero público
El recibo medio del IBI urbano en Lleida experimenta grandes variaciones, no ya solo entre los municipios más y menos poblados, lo cual es lógico, sino entre pueblos próximos. De acuerdo con los datos del Catastro correspondientes al pasado año, las diferencias entre pueblos de la misma comarca llegan a superar el 200%. Es decir, que en uno es algo más del triple que el otro. Es lo que sucede en Les Garrigues, donde el recibo medio en Fulleda es de 63 euros, menos de un tercio que los 209 que alcanza en El Cogul y muy lejos de los 186 de Els Omellons o los 172 de Puiggròs. En el Pallars Sobirà, los 58 euros en Lladorre son menos de la mitad que los 124 de la Vall de Cardós y los 126 de Soriguera, y un tercio de los 164 del municipio más meridional de la comarca, el Baix Pallars. Otro ejemplo: en el Urgell, los 79 euros de Sant Martí de Riucorb y los 85 de Omells de na Gaia contrastan con los 258 de Puigverd d’Agramunt o los 175 de Ossó de Sió. Es a los alcaldes a quien corresponde explicar a los vecinos el porqué de estas grandes diferencias y el destino final que dan a cada euro cobrado a sus convecinos. Así, si las arcas de los que más recaudan corresponden a municipios donde los ayuntamientos facilitan servicios de primera a sus habitantes, seguro que estos los darán por bien empleados. Los impuestos y las cargas fiscales no se deberían medir tanto por las meras frías cifras, sino por el destino final del dinero. Ese control más estricto sobre lo público es una asignatura pendiente de nuestra política actual y una de las causas de la corrupción vivida en las altas instancias de las estructuras del Estado y sus administraciones. Sin solución a la vistaSi el actual panorama político sigue encallado a la vuelta a la normalidad de septiembre, no habrá otra salida, ni en Catalunya ni en el conjunto de España, que volver a las urnas. Se demostrará, una vez más, la incapacidad de nuestros representantes de anteponer el bien común a sus propios intereses partidistas y de partido, pero esta paralización de las administraciones nos perjudica a todos.