Ladrones de guante táctil

No hay una realidad paralela dos punto cero. Parafraseando a Paul Éluard, hay otros mundos pero están en este. Aunque nos sintamos seguros en casa, cuando nos conectamos a internet abrimos una puerta al exterior por la que se pueden colar los malos. De hecho, un 86% de las 1.575 estafas denunciadas ante los Mossos d’Esquadra en las comarcas de Lleida en el primer semestre de este año se cometieron a través de la red. El tocomocho y la estampita son historia. Las nuevas tecnologías conllevan nuevos timos ante los que hay saber actuar. Desde las administraciones se trabaja desde hace años en la prevención en escuelas e institutos para evitar casos de ciberacoso o pedofilia, una formación imprescindible que debería hacerse extensiva a quienes lejos de ser nativos digitales descubrieron internet de adultos y ahora son mirlos blancos para los estafadores online. Las redes sociales facilitan las cosas a quienes saben cómo manipular para conseguir información sensible que nos hará vulnerables. Pero las estafas más comunes tienen a empresas como víctimas. Para los delincuentes es tan sencillo como suplantar a un proveedor a través de una simple llamada telefónica o un correo electrónico. Consiguen cantidades de entre 5.000 y 8.000 euros y desaparecen en la inmensidad de la red. Los Mossos alertan que no solo hay que dar la vuelta a la llave para estar protegido. Mantener los virus informáticos a raya, no usar wifis públicas y cambiar las contraseñas pueden evitar más de un disgusto. El primer leridanoLas nuevas tecnologías también pueden ser buenas aliadas para viajar en el tiempo y descubrir cómo éramos hace miles de años. El antepasado más antiguo documentado por los arqueólogos en las comarcas de Lleida vivió en lo que ahora es Llardecans hace 4.000 años. Sin embargo, hay indicios de presencia humana muy anteriores. En el Pallars Jussà, de casi 200.000 años de antigüedad. Los yacimientos arqueológicos son la cenicienta de las inversiones en patrimonio, una tendencia que debería revertir. La investigación y la preservación son vitales.