La cultura, una buena inversión

FiraTàrrega bajó ayer el telón de una edición que se ha saldado con buena nota en cuanto a los espectáculos y con una gran afluencia de espectadores en las representaciones gratuitas de calle y también en las de pago, que han colgado el cartel de “no hay entradas” en 60 de las 74 programados. Asimismo, hay que destacar el hecho de que el certamen ha congregado a 990 profesionales de 552 entidades procedentes de nada menos que 31 países. El éxito tanto a nivel de público como de su vertiente profesional debe ser un acicate para la organización de cara a la próxima edición, cuando se cumplirá el 40 aniversario de la puesta en marcha de esta feria de teatro en la calle que se ha convertido en un referente internacional. Pero también debe serlo para las distintas administraciones a la hora de dar su apoyo, porque el presupuesto de este año ha sido el mismo que tenía en 2011, cuando comenzaron los recortes presupuestarios. Es otra prueba de que los efectos de los recortes todavía no se han revertido en muchos ámbitos, entre ellos el de la cultura. Los responsables políticos suelen relegar el presupuesto que destinan a este sector a un plano secundario, olvidando no solo que también crea riqueza, sino que una sociedad más culta es una sociedad mejor, y para ello es necesario facilitar a los ciudadanos el acceso a una oferta cultural lo más amplia posible. Hacia unas nuevas elecciones El presidente en funciones del Gobierno central, Pedro Sánchez, admitió el sábado que hay un “riesgo cierto” de tener que ir a una repetición de las elecciones generales en noviembre ante la falta de avances para lograr apoyos, especialmente por lo que respecta a Unidas Podemos, que le garanticen la investidura dentro del plazo fijado, que acaba el 23 de septiembre. Sánchez culpa a Pablo Iglesias, pero debería ser consciente de que, como ganador de las elecciones celebradas en abril, es él, al ser el único con posibilidades reales de ser investido, quien tiene la principal responsabilidad de buscar un acuerdo, y hasta ahora no ha parecido que se haya esforzado de forma denodada en ello.