EDITORIAL
El ejemplo de los dinosaurios
El cambio climático es indiscutible y las previsiones arrojan datos preocupantes, como por ejemplo que el río Segre perderá el 20% de su caudal en apenas 80 años. Los agricultores están tomando medidas, pero los expertos advierten que son necesarias estrategias coordinadas, aunque los payeses llevan mucho tiempo adecuando sus cultivos, como demuestra el hecho de que las variedades de fruta en Lleida poco tienen que ver con las de los años 80. La ganadería también se verá obligada a reducir las emisiones de dióxido de carbono y este es un de los temas que se abordan estos días en la Fira de Sant Miquel. Un granjero de Alcarràs, Ricard Godia, ha conseguido reducir un 11,2% las emisiones de gases de efecto invernadero de su explotación mejorando tanto la alimentación de sus 650 vacas como la gestión de los recursos de su granja. Y no solo el campo debe diseñar estrategias para mejorar el planeta, también las pistas de esquí verán reducida la nieve natural en las cotas altas y será necesario recurrir mucho más a la innivación artificial, el aire está más contaminado y el mar padecerá cambios de biodiversidad importantes. La marea de estudiantes y de personas de todas las edades que han participado en todo el mundo en la semana reivindicativa para pedir a las instituciones internacionales medidas de urgencia para salvar el planeta demuestra que la sociedad está cada vez más concienciada de la necesidad de salvar el planeta. Compete ahora a los políticos comenzar a actuar para evitar que muchas especies acaben como los dinosaurios. Tradiciones e igualdad Hace bien la Paeria en intentar llegar a un acuerdo con las asociaciones de vecinos para adaptar la tradició de les pubilles al siglo XXI, tras la polémica por la reconversión de su papel en las fiestas, pero lo que está claro es que la igualdad es mucho más que leyes y sin eliminar los micromachismos cotidianos disfrazados de modas, costumbre o folklore será muy difícil que consigamos apartar de nuestra sociedad todos los roles que todavía relegan a las mujeres a un papel secundario.